– Calderón y el crimen organizado
– López Obrador y Pemex
– Retroceso en el suministro
SIN ánimo de comparaciones odiosas, desde cierta perspectiva, todo hace indicar que así como FELIPE CALDERÓN HINOJOSA equivocó su estrategia en el combate al crimen organizado, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR no planificó el ataque frontal al robo de combustibles en la paraestatal Petróleos Mexicanos. Aunque, eso sí, con una gran diferencia: después de un sexenio panista y el período del priísta ENRIQUE PEÑA NIETO, la violencia no cesa en gran parte del territorio nacional; en cambio, los efectos colaterales por el cierre de ductos de PEMEX, luego de un par de semanas, tienden a normalizarse mediante el abasto con autotanques y pipas.
La crítica a CALDERON se centra en el hecho de que sacó a los militares de los cuarteles para enfrentarlos en encuentros fortuitos (“topones” les llaman en el argot policiaco) con las bandas delincuenciales, sin estrategia definida. Tampoco hizo uso de los avances tecnológicos para golpear su estructura financiera que, de acuerdo a otras experiencias, ofrecen mayores resultados que el baño de sangre y “víctimas colaterales”.
LÓPEZ OBRADOR es cuestionado acerca del porqué él y sus asesores en la materia no previeron el problema social que surgiría con el cierre de ductos para evitar la “ordeña” o “huachicoleo”. El desabasto de combustible en las estaciones de servicio ha generado descontento entre los automovilistas y generado pérdidas económicas al impactar la cadena productiva. No obstante, es innegable que la acción del actual régimen federal ha puesto al descubierto el saqueo despiadado en Petróleos Mexicanos desde el interior, utilizando como señuelo el robo de combustible en los ductos de suministro.
El gobierno de la Cuarta Transformación no previó, por ejemplo, que casi las dos terceras partes de la pipas al servicio de PEMEX se encuentran bajo el control sindical encabezado por CARLOS ROMERO DESCHAMPS. Tampoco se tomó en cuenta que el cierre de ductos para evitar la “ordeña”, paralelo a la disminución de importación de crudo ligero que procesan las refinerías aztecas, impactaría doblemente el abasto a tiempo.
La acción gubernamental en la paraestatal ha dejado al descubierto que la capacidad de almacenamiento de gasolinas y diesel permite un “colchón” de tan solo un par de días. El motivo: para alimentar la corrupción resultaba más rentable importar gasolina al precio que fuera con cargo a PEMEX, que invertir en estructuras de almacenamiento.
Por ese y otros actos de corrupción, la deuda de Petróleos Mexicanos representa el 97 por ciento de sus activos. Así de grave es la situación financiera en la empresa que se supone pertenece a todos los mexicanos.
Con todo y que el transporte de combustibles por medio de pipas y autotanques es 14 veces más caro que el suministro a través de ductos, la medida, obligada por las circunstancias, genera un retroceso de varias décadas. En consecuencia, el gobierno federal está obligado a desplegar operativos de sobrevigilancia a lo largo de la red de suministro.
En vía de mientras, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) ha desplegado 3 mil 500 autotanques de doble remolque con capacidad para movilizar 60 mil litros de gasolina o diesel, con lo que se espera que el desabasto en las gasolinerías se normalice. La actividad de ese sector de la iniciativa privada será custodiada por 8 mil 300 policías apoyados por 1400 vehículos policiales.
Por lo pronto, con el resguardo militar de las instalaciones petroleras y el acotamiento a empleados sindicalizados en puestos estratégicos, es muy probable que Petróleos Mexicanos esté iniciando una etapa de recuperación financiera.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx