Humilde mujer, de 73 años pide el apoyo de los victorenses para poder sobrevivir.
Por Jacqueline Cárdenas
La señora Manuela Ontiveros Alvarez de 73 años de edad, vive en situación vulnerable, por lo que recurre a pedir apoyo económico a los clientes que salen del restaurante Martin’s en Soriana Palmas.
La escasez económica para adultos mayores, es una realidad diaria que enfrentan miles de personas, y que los llevan a la “mendicidad”.
Mientras los clientes del restaurante degustan sus platillos Doña Manuelita de 73 años de edad, los espera pacientemente para pedirles el apoyo con una moneda o alimentos para su día.
En entrevista con la ancianita mencionó con voz baja que acude afuera de Martin’s solo martes, jueves y sábados, casi siempre por las mañanas. Desde temprano sale de su vivienda en la Colonia Amalia G. de Castillo Ledón para tomar el microbús de la Modelo que la deja enfrente del restaurante.
«Allá vivo con una hija que está enferma, a veces no tenemos para comer por eso vengo aquí a pedir ayuda porque no puedo trabajar y si tengo más hijos, pero ellos no tienen tiempo para venir a dejarme aquí».
Dijo que por el dolor de rodillas no puede caminar y no puede trabajar, pero trata de ayudarse de esta forma.
Mientras seguía conversando Doña Manuelita se frotaba las manos por el frío de la mañana, que aunque no era muy baja la temperatura para una señora de su edad es poco tolerable.
Doña Manuelita no cuenta con ningún tipo de recursos ni pensión, mencionó que recientemente acudió a inscribirse para recibir el apoyo que el gobierno federal otorga a los adultos mayores, pero aún no sabe si salió beneficiada.
«Me gustaría que me dieran la ayuda del «65 y Más» porque dicen que ahora el presidente va a dar más dinero para las personas como yo, ojalá y me lo den sería una buena ayuda para mí».
Destacó que hace algunos meses recibió ayuda por parte de los ciudadanos, ya que en redes sociales se dio a conocer su caso en el que tenía un adeudo con los servicios de agua y luz que le fueron suspendidos durante cuatro años. Gracias a los ciudadanos que acudieron en su ayuda, el adeudo ya fue liquidado y de vez en cuando le llevan un poquito de despensa.