Quepí de AMLO tiene 5 estrellas

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– Se politizó la Guardia Nacional
– Criminales, enemigo a vencer
– Ahora sí, con marco jurídico

A PESAR del retraso, pues se estimaba que se aprobaría en diciembre para entrar en funciones en marzo próximo, el debate por la integración de la Guardia Nacional parece llegar a su fin. Aprobada en el Senado y el seguro aval de la Cámara de Diputados, faltará el visto bueno de por lo menos 17 congresos locales para su promulgación por parte del Ejecutivo Federal.

La Guardia Nacional, de acuerdo a la aprobación legislativa, será una institución civil con mando, estructura y disciplina militar que operará hasta 2023, una vez que se reestructuren y se integren las policías federales, estatales y municipales. Luego de cinco años, soldados y marinos regresarán a sus respectivos cuarteles y la seguridad del país quedará en manos de policías dependientes de la Secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.

Sin embargo, el controvertido tema deja otras lecturas que bien vale la pena el análisis correspondiente.

Veamos:

La Guardia Nacional, quiérase o no, es un tema de interés prioritario para México y los mexicanos que desafortunadamente se politizó, bajo el argumento de la militarización del país. Nada más alejado de la realidad, menos aún si se toma en cuenta que efectivos del Ejército y la Marina Armada fueron sacados de sus cuarteles militares, hace doce años, por el entonces tlatoani azteca FELIPE CALDERÓN HINOJOSA.

Desde entonces y hasta la fecha, luego de un par de sexenios constitucionales, soldados y marinos han coadyuvado a la seguridad pública sin contar con un marco jurídico. Cuestión de analizar que el exsecretario de Gobernación, MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG, no logró sacar adelante la pretendida Ley de Seguridad Interior y la Gendarmería resultó una entelequia.

Actualmente, luego de una serie de dimes y diretes en el Congreso de la Unión, todo hace indicar que la certidumbre jurídica envolverá a las Fuerzas Armadas en el combate a los criminales, desde la Guardia Nacional.

Desde otra óptica, dígase lo que se diga, nunca será lo mismo la militarización que aprovechar las capacidades militares de los elementos del Ejército, Fuerza Aérea y Marina Armada de México. Además, es una tradición y una garantía la lealtad de los militares hacia el presidente de la República, en su carácter de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas. Dicho de otro modo, el Ejército Mexicano nunca ha sido un ejército golpista.

Luego entonces, ¿por qué tanta discusión legislativa respecto al origen del mando de la Guardia Nacional? Tan simple como no pasar por alto que ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR es un civil con cinco estrellas en su quepí. Una más que el Secretario de la Defensa Nacional.

Respecto a la polémica surgida en ambas cámaras del Congreso de la Unión referente a que si ganaron los legisladores prociviles o promilitares, bien vale la pena la siguiente observación de lógica simple: el enemigo a vencer son los criminales, no los militares.

Y, efectivamente, tal y como lo anunciara en su CANDELERO del 22 de diciembre del año pasado el colega y paisano ABRAHAM MOHAMED ZAMILPA, finalmente se integró la Guardia Nacional con mando civil pero con estructura y disciplina militar.

DESDE EL BALCÓN:
Mi agradecimiento sincero para quienes desde temprana hora de hoy me han externado sus felicitaciones y parabienes con motivo de mi cumpleaños número 64. Mismo deseo para quienes voluntaria o involuntariamente hayan preferido dejar ese gesto para otra ocasión.

Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx