– Misiva y discurso detonaron magnicidios
– Zapata asesinado en la hacienda Chinameca
– Colosio fue ultimado en Lomas Taurinas
LOS asesinatos del general EMILIANO ZAPATA en 1919 y de DONALDO COLOSIO MURRIETA en 1994 asocian ciertas coincidencias en forma y circunstancias que envuelven ambos magnicidios.
El Caudillo del Sur signó su sentencia de muerte al dirigirle una misiva un tanto agresiva al entonces presidente de la República VENUSTIANO CARRANZA, solicitándole reparto agrario en el estado de Morelos.
Del mismo modo, el entonces candidato del PRI a la sucesión de CARLOS SALINAS DE GORTARI selló su sentencia de muerte con la frase lapidaria de su discurso que refería “veo un México con hambre y sed de justicia”.
ZAPATA fue traicionado por el general JESÚS GUAJARDO, atendiendo órdenes del general constitucionalista PABLO GONZÁLEZ. Con engaños lo llevó a la hacienda Chinameca, en Cuautla, Morelos, en donde soldados del gobierno lo asesinaron junto con sus escoltas, el 10 de abril de 1919.
En el caso COLOSIO, es un secreto a voces que la orden de su ejecución surgió directamente de Los Pinos, vía el súper asesor JOSÉ MARÍA CÓRDOBA MONTOYA. El autor material, MARIO ABURTO MARTÍNEZ, cumple su sentencia en un centro penitenciario.
Como “premio a su hazaña”, el presidente CARRANZA promovió a General de División a GUAJARDO y, además, le entregó 50 mil pesos plata, de acuerdo a lo que consigna la historia. Posteriormente, en julio de 1920, el recién nombrado general divisionario fue fusilado por órdenes de ADOLFO DE LA HUERTA.
Tras el homicidio de LUIS DONALDO ocurrido el 23 de marzo de 1994 en el parque Lomas Taurinas en el municipio de Tijuana, Baja California, el PRI-gobierno designa como candidato sustituto al coordinador de campaña ERNESTO ZEDILLO PONCE DE LEÓN.
Como prueba de su “misión cumplida” el general JESÚS GUAJARDO trasladó desde la hacienda Chinameca al municipio de Cuautla, el cadáver de EMILIANO ZAPATA. La carta dirigida al presidente VENUSTIANO CARRANZA y fotografías del cuerpo ensangrentado permanecen en custodia en el Archivo General de la Nación.
Hasta ahora, la muerte de COLOSIO es atribuida al asesino solitario detenido y enjuiciado, aunque, a decir verdad, tal versión oficial ha provocado muchas dudas entre la sociedad mexicana. Sin embargo, así lo determinó el último fiscal investigador del homicidio, LUIS RAÚL GONZÁLEZ PÉREZ.
Al margen de la logística de ambos sucesos, todo hace indicar que una misiva escrita en términos severos y un discurso pronunciado y matizado con crítica férrea, fueron los detonantes en ambos magnicidios ocurridos en 1919 y 1994.
Por cierto, una corriente de opinión sugiere que sería preferible recordar al Caudillo del Sur el día de su natalicio y no en la fecha de su asesinato, producto de una traición.
DESDE EL BALCÓN:
Alguien debiera sugerirle al alcalde de Río, Bravo, Tamaulipas CARLOS ULIVARRI que es de mal gusto presentarse en un acto oficial portando gorra y mascando chicle.
El edil lució mal durante su visita al salón Benito Juárez de la presidencia municipal de Matamoros, en donde, junto con el jefe de Comuna matamorense MARIO ALBERTO LÓPEZ HERNÁNDEZ, reafirmaron un pacto de regionalización.
Lo mal fajado, gorra y chicle no pasaron desapercibidos para los representantes de los medios de comunicación, sobre todo a la hora de responder cuestionamientos.
El hecho de pretender dar una imagen popular no está reñido con el respeto a ciertas conductas de educación y cortesía.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx