En su informe el presidente habla de sus adversarios, admite que no son los resultados deseados y ve mucho que remediar.
En Palacio Nacional, AMLO admitió los malos resultados en materia económica y de seguridad, aunque cifró su contenido político en afirmar el cumplimiento de sus compromisos de campaña
México (apro).- En su primer informe de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que ya que está separado el poder político del poder económico, que existe estado de derecho, respeto a los poderes autónomos y sin confrontación ni violencia política, refiriéndose una vez más a sus adversarios:
“Los conservadores están moralmente derrotados”, dijo.
En Palacio Nacional, ante la cúpula política y económica, el mandatario admitió los malos resultados en materia económica y de seguridad, aunque cifró su contenido político en afirmar el cumplimiento de sus compromisos de campaña, así como a su afán por moralizar la vida pública:
“Los conservadores que se oponen a cualquier cambio verdadero, y están nerviosos o fuera de quicio, no han podido constituir, y esto lo celebramos y toco madera, para que no se pueda crear un grupo o una facción, con la fuerza de los reaccionarios de otros tiempos. Además lo digo con respeto, no quiero que se entienda como un acto de prepotencia, es lo que estoy percibiendo: están moralmente derrotados”.
En un discurso que se prolongó por más de hora y media, a través del cual ofreció algunos datos sobre sus políticas anticorrupción, las iniciativas de leyes para la austeridad, las declaraciones sobre sus opositores ocuparon la parte final de su discurso.
Respecto a su administración y “los conservadores”, añadió:
“No han tenido oportunidad de mostrar un paralelo entre el período neoliberal, caracterizado por la prostitución y el oprobio, es una de la fases más vergonzosas, de la historia de México, si seguimos aplicando el principio de moralizar la vida pública, en donde esté por encima el interés nacional, se impondrá a los hombres ambiciosos seducidos por le falso brillo de lo material y lo mezquino”.
Por otra parte, el mandatario urgió al Congreso para que aprueben sus iniciativas de eliminación de fueros y de revocación de mandato.
Seguridad y economía
En el acto, con la presencia de su gabinete legal y ampliado, los representantes de los poderes legislativo y judicial, los gobernadores, así como empresarios como Carlos Slim y el presidente del Consejo Mexicano de Negocios, Antonio del Valle, López Obrador admitió que hay demandas legítimas de los ciudadanos.
En materia de seguridad, por ejemplo, expuso que la incidencia delictiva no mejoró, al afirmar que “no son buenos resultados” y advirtió que ese es el principal desafío de su gobierno.
El mandatario se refirió en concreto a la integración de la Guardia Nacional, y reiterando ser “hombre de desafíos”, se comprometió a “serenar el país”.
Sobre su estrategia para evitar el robo de combustible, dijo que la incidencia en ese delito se redujo en 94%, de manera que el Estado ahorró 54 mil millones de pesos. También lamentó lo ocurrido en Tlahuelilpan, Hidalgo, donde murieron 114 personas por la explosión de un ducto.
Además, dijo que sólo podrá lograr el objetivo de pacificación, si todos los órdenes de gobierno se coordinan, ofreciendo como fórmula que no se permita el contubernio entre delincuencia y autoridad, pues en caso contrario, los responsables de incurrir en acto de corrupción, irán a la cárcel sin derecho a fianza.
En materia económica, uno de los rubros que más se la han cuestionado desde el cierre del primer trimestre, el titular del Ejecutivo admitió, por primera vez, que se está creciendo poco, pero sostuvo que no hay recesión:
“Además, ahora es menos injusta la distribución del ingreso, es decir, hay más desarrollo y más bienestar”, añadió.
López Obrador destacó algunos indicadores en materia económica, por ejemplo, la inflación anual en julio, de 3.8% que, dijo, es la más baja desde 2016, o el incremento de las reservas internacionales. En tanto, subrayó la confianza en los índices del consumidor.
También mencionó el incremento en el salario mínimo de 16% y la creación de 300 mil nuevos empleos formales conforme a los datos de asegurados permanentes del Seguro Social.
En lo económico, López Obrador también tuvo un mensaje político, al recordar que ya se eliminaron las exenciones fiscales a grandes contribuyentes, y expuso:
“No es jugar limpio usar al Estado, cuando se trata de proteger intereses de minorías e intentar desvanecerlo cuando se trata del interés de las minorías”.
En tanto, aseguró que la política de austeridad de su administración le ha permitido ahorrar 145 mil millones de pesos, derivados de la estrategia antihuachicol, la reducción de salarios, así como la eliminación de privilegios para la alta burocracia.
La política exterior asumida respecto a Estados Unidos fue también objeto del informe, pues el mandatario consideró que de no haber alcanzado un acuerdo con el gobierno de Donald Trump, se habría provocado una crisis económica y social.
En paralelo, sostuvo, se ha lanzado un plan para generar crecimiento económico en Centroamérica, si bien admitió que el tema implica que México sea más estricto en la aplicación de las leyes migratorias.
Los proyectos
Los asuntos más polémicos de la administración surgieron en el mensaje del mandatario. Por ejemplo, la cancelación del aeropuerto de Texcoco, su proyecto de refinación en Dos Bocas, el Tren Maya y la polémica recién zanjada con empresas contratistas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para generación de energía.
En cuanto a la cancelación del proyecto aeorportuario de la pasada administración, en el que su invitado frecuente, Carlos Slim, era el principal contratista, López Obrador insistió en que fue la mejor decisión a pesar de los costos refiriéndose a la recompra de bonos que ya concluyó, pues había hundimientos previsibles y se afectaría la fauna de la región.
Ahí, anunció que ya inició la rehabilitación del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, lo que significará un ahorro de 100 mil millones de pesos, un proyecto que estará concluido en tres años y en el que no habrá corrupción.
Respecto al diferendo con las contratistas de gasoductos para la CFE, recordó la información dada a conocer el pasado martes, sobre el acuerdo alcanzado y reconoció el papel que en las negociaciones jugaron Carlos Slim, Antonio del Valle y el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelí.
Dicho acuerdo y la mención del director de la CFE, Manuel Bartlett, motivaron una de las tandas de aplausos que interrumpieron la alocución presidencial.
En su discurso, López Obrador presumió el avance en la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, aunque en materia energética, destacó que en los nueve meses de gestión, detuvo la caída en la producción petrolera por primera vez en 14 años.
Con los indicadores, el presidente abordó como prioridad el desarrollo económico y como parte de sus críticas al neoliberalismo, expuso que la idea de acumular riqueza sin procurar distribución, produce desigualdad y graves conflictos sociales. De ahí que su política de desarrollo social ocupara la parte central de su mensaje.
El acto celebrado hoy en Palacio Nacional corresponde al mensaje en torno al cumplimiento de la disposición constitucional de entregar un documento pormenorizado al Congreso. En lo que va de la administración, esta es la tercera ocasión en la que el mandatario se dirige a la nación para exponer datos de su gobierno (las anteriores fueron al cumplirse 100 días y en el aniversarios electoral) por lo que, en la papelería sobre el evento, se difundió como “Tercer Informe de Gobierno”.