Los que saben, dicen:
“Los policías que se convierten en “investigadores científicos”, aplican los tormentos más crueles para obtener confesiones de culpabilidad.
Te hacen confesar hasta ser el responsable de la muerte de Cristo”.
Un licenciado amigo mío (murió hace ya bastantes años) en una ocasión fue detenido, acusado de haber sobornado a un Agente del Ministerio Público Federal.
Dos años más tarde, cuando se le absolvió y recobró su libertad, en una charla de café me platicó como a él y a dos agentes del Ministerio Público Federal, los habían arrestado en Matamoros y los habían llevado a la Ciudad de México en un avión de la PGR.
“Nos llevaron a “la calle de López” donde estaba el edificio de la PGR. Allí nos metieron en una celda donde había otros hombres presos.
Nos quitaron toda la ropa y nos dejaron desnudos y esposados. Todos estábamos esposados.
No nos daban agua ni nada que comer.
Allí había un bebedero de agua, pero esposados como estábamos no podíamos oprimir el grifo para tomar agua.
Cuando un policía o un mozo pasaban por ahí, le pedíamos, le rogábamos, que presionara el grifo de agua para poder beber.
Una noche se llevaron a uno de los dos licenciados, Agentes del MPF para interrogarlo.
Cuando regresó a la celda, venía muy golpeado: Le rompieron tres costillas.
Cuando tocó mi turno, me llevaron al sótano, un cuarto húmedo, con varios focos, donde solo había una banca de madera.
Allí me acostaron y uno de los agentes dijo: “Traigan la chicharra. La chicharra es un tubo de metal al que le ponen pilas y lo usan para dar descargas eléctricas para mover el ganado. Pero las descargas eléctricas, “los toques”, ahora me los iban a dar a mí en los genitales.
“¡Cuántos millones le diste a Medellín!”-, (los apellidos han sido cambiados para proteger a los protagonistas de estos hechos verídicos).
– “Yo no le di nada”-, dijo mi amigo.
– “¡Cómo que no cabr..!, a ver, dale unos “toquecitos”-.
Yo no sé si la chicharra servía o no, pero yo gritaba fuerte para hacerles creer que me dolía mucho.
Pero se dieron cuenta que no… Que las pilas no servían.
“¡Chin…! ¿No te dije que le compraras pilas nuevas a esta madre?”-, dijo un agente a otro.
Dejaron la chicharra, me pusieron una toalla en la cara y me echaron agua mineral.
Como tenía mucha sed empecé a chupar el agua.
Pero luego le echaron chile líquido y sentí que me ahogaba.
“¡Cuántos millones le diste a Medellín! ¡Fueron ocho millones, verdad!”-.
– “¡Si! ¡Si! Fueron ocho millones. Quería más, pero solo le di ocho ¡Lo juro por Dios santo!”-, no era verdad, pero así les dije. Lo que quería era que ya no le echara más chile a la toalla para poder respirar. Es algo horrible”.
Mi amigo licenciado fue llevado a declarar y se confesó culpable.
Cuando le dijeron que si aceptaba que lo representara el defensor de oficio, dijo:
“Si, acepto el defensor de oficio y también nombro mi defensor… ¡A Cristo Rey!”-.
Dos años después fue absuelto.
Además de no haber sido cierto el soborno, su declaración había sido obtenida con tormentos.
Es algo similar al caso AYOTZINAPA.
Hace casi cinco años fueron arrestados 142 personas.
Y tras analizar los hechos y las consignaciones, el Juez Primero de Distrito en Procesos Penales de Tamaulipas,ya liberó a 77 presuntos implicados.
El argumento para liberarlos es que su confesión de culpabilidad se obtuvo a base de tormentos. Se violentaron sus derechos humanos.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), ALEJANDRO ENCINAS RODRIGUEZ, está molesto porque dijo que el juez del caso “utilizó criterios cuestionables para la liberación”.
La instrucción del Presidente ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, es iniciar una investigación contra el juez primero de Distrito SAMUEL VENTURA RAMOS, así como los ministerios públicos y responsables involucrados de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) por el caso Ayotzinapa.
A fe nuestra, el juzgador ninguna responsabilidad tiene.
En todo caso, es el Ministerio Público, la PGR o la Fiscalía, la que no hizo bien su trabajo.
Como en el caso de mi amigo, el licenciado de la toalla con agua mineral y chile.
MI PECHO NO ES…
Desde “endenantes” se veía venir que se iba a confirmar el triunfo electoral de los candidatos panistas a las diputaciones de los distritos XII y X, IVETT BERMEA y HECTOR ESCOBAR, respectivamente.
Y con esa confirmación se franquea el paso al Congreso y, paralelo a ello, ubica a ambos en el mazo de la baraja de donde se escogerá al futuro candidato a la Presidencia Municipal de Matamoros.
La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con sede en Monterrey, desechó por unanimidad las impugnaciones y estableció la asignación de diputados plurinominales.
CON LA VENIA DE MIS EDITORES, nos leeremos el próximo domingo, Dios mediante, en CRONICA SEMANAL…
Por hoy, es todo.
P.D.- El WhatsApp.
EMPLEADO: Jefe, ¿puedo salir hoy dos horas antes?, mi mujer quiere que le acompañe a hacer unas compras.
JEFE: De ninguna manera.
EMPLEADO: Gracias jefe, ya sabía yo que usted no me iba a defraudar.
