70 años

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LOS PUNTOS SOBRE LAS…
70 AÑOS
POR ANGEL VIRGEN ALVARADO

 Si alguien me preguntara “En estos setenta años que has vivido, si Dios te diera oportunidad de cambiar algo ¿Qué cambiarías?” le respondería: “Nada. Volvería a vivir mis años como han sido. Con las mismas alegrías y tristezas, con las mismas satisfacciones y el mismo dolor… igual.

Sé que esto es personal, pero no me pude sustraer a escribir que debo estar contento con lo que Dios me dio. La oportunidad que he tenido de disfrutar a mis seres queridos. Mi familia que aún tengo: Mi esposa Martha, mis hijos, Daniel, Carlos, Maribel, Diana, Ángel, Miguel Oscar, Gaby… y aquellos que estarán en mi memoria hasta el final: Mi hijo Paris, mi madre María Cruz, mi hermano Miguel Oscar, que un buen día fueron llamados por Nuestro Señor.

Gracias a Dios por haberme permitido llegar hasta aquí.

Gracias a quienes se han acordado de mí. En verdad, lo aprecio mucho, mucho.

Gracias a todos y… gracias por todo.

Un abrazo.

 

MI PECHO NO ES…

En marzo inicia “Pregúntame”, el censo poblacional del 2020.

Aquí, vamos a circunscribirnos al ámbito local.

¿Cuántos ciudadanos creen que pudiera tener H. Matamoros, Tamaulipas?

De acuerdo al censo de 2015 elaborado por el INEGI, cuenta con una población de 504,367 habitantes.

Sin embargo, una ligera estimación sustentada en que Matamoros tiene actualmente más de 600 colonias, bien pudiéramos suponer que este municipio tiene muchos más habitantes.

Hay aquí, colonias con 50 mil habitantes, como RESIDENCIAL LAS BRIAS.

O colonias con más de 20 mil residentes como la Popular, Treviño Zapata, Mariano Matamoros, Sección 16, etcétera.

Hay otras que efectivamente tienen 3 mil o 3 mil 500 habitantes.

Pero, promediemos las colonias en 2 mil habitantes.

Si existen 600 colonias la cifra que nos arrojaría sería de 1 millón, 200 mil habitantes.

No tenemos 1 millón 200 mil habitantes, pero seguramente nos acercamos al millón de personas en Matamoros.

¿Reynosa? Bueno… Reynosa se cocina aparte. Haya seguro hay más de dos millones de residentes.

A ojo de buen cubero, claro.

Le informo…

La Embajada de Estados Unidos en México es sumamente estricta con los objetos que pueden ingresar los visitantes a sus instalaciones e impiden el paso de los dispositivos electrónicos, como los celulares.

 Como parte del proceso de solicitud de visa, es necesario acudir al Centro de Atención al Solicitante (CAS), antes de ir a la entrevista con el oficial consular.

 En la cita de toma de huellas y fotografía en el CAS está permitido llegar con teléfonos celulares, pero deben apagarse antes de ingresar al inmueble y no pueden ser encendidos ni utilizados en su interior, aunque la espera sea larga.

Por el contrario, en la cita de la entrevista en la Embajada para solicitar la visa está estrictamente prohibido ingresar con celulares o cualquier otro dispositivo electrónico, aunque esté apagado.

 Llevar en teléfono u otro artículo prohibido puede ser motivo para ser rechazado desde los primeros filtros de seguridad, con el riesgo de no llegar a tiempo para la cita.

 En uno de estos filtros, el personal de seguridad somete a revisión de rayos X todas las pertenencias, para que nadie logre ingresar con estos objetos.

 Las autoridades recomiendan abstenerse de llegar con esos objetos o ir acompañado de una persona de confianza que se quede afuera con las pertenencias, ya que la Embajada de la Unión Americana no cuenta con lockers o servicio de paquetería.

¿Estamos?

Página web: www.angelvirgenalvarado.com

Por hoy, es todo.

P.D.- El E-mail…

Cierto día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pradera.

El animal abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.

Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque.

Después fue el turno del jefe de un rebaño, que viendo el espacio ya abierto hizo a su animales seguir por allí.

Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese mismo sendero: entraban y salían, giraban a la derecha y a la izquierda, descendían, se desviaban de los obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón.

Pero no hacían nada para crear una nueva vía.

Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en una amplia carretera donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría realizarse en treinta minutos, si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro.

Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, finalmente, en la avenida principal de una ciudad.

Todos se quejaban del tránsito, porque el trayecto intrincado era el peor de todos.

Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía al ver que los hombres tienen esa ciega tendencia rutinaria a seguir la vía que ya está abierta, sin preguntarse si habría acaso una mejor opción o camino.

Tal vez hubiesen descubierto otros paisajes más bellos.