Agencias.- DOOM, el juego que popularizó la acción en primera persona hace casi tres décadas, regresa hoy con una nueva entrega que eleva aquella fórmula original hasta cotas inimaginables. DOOM Eternal ya está disponible para PC, PlayStation 4 y Xbox One y es una oda desmesurada a la velocidad, el gore y el heavy metal que siempre ha caracterizado a esta franquicia creada por el estudio estadounidense id Software. Sin embargo, quedarse solamente con eso sería olvidar aquello hace realmente grande a este clásico del medio interactivo.
En la superficie DOOM Eternal es un shooter salvaje y vulgar a partes iguales, pero es al sumergirse en su mundo apocalíptico que uno comprende el enorme mecanismo jugable construido el equipo dirigido por Hugo Martin. El equilibrio entre el diseño de niveles, las armas, los enemigos y las habilidades del protagonista son lo que hacen que este título sea un hito en lo que se refiere al diseño de juegos de acción. Es algo que en La Vanguardia ya reflejamos en nuestras primeras impresiones con DOOM Eternal y que ahora, tras muchas más horas de juego, podemos corroborar.
“DOOM Eternal es el juego más ambicioso que nuestro estudio haya creado nunca», ha declarado Marty Stratton, productor ejecutivo de id Software. «La magnitud y la escala de la campaña y del modo BATTLEMODE son fieles testimonios de la pasión y el talento de toda la gente que trabaja en id Software. Nos lo hemos pasado en grande desarrollando DOOM Eternal y estamos deseando que los jugadores puedan participar de la emoción de esta épica aventura”.
DOOM Eternal está disponible en la ediciones estándar y Deluxe. La segunda incluye el pase del Año 1, que otorga acceso a dos complementos de campaña que saldrán durante el primer año del juego. Estas historias independientes exploran los apocalípticos acontecimientos que provocaron la caída de la Tierra a manos de los demonios. Además, la edición Deluxe incluye el diseño del Slayer demoníaco para la campaña y el modo BATTLEMODE, así como el paquete de sonidos clásicos para armas.