Agencias.- Para enfrentar la epidemia que ha hecho temblar a Estados Unidos, se pidió que la producción de equipos médicos aumente en México, y aunque decenas de trabajadores nacionales cumplirán con la demanda del país vecino, ninguno de los componentes se quedará para salvar vidas en su país de origen.
Es el Washington Post quien recuerda que hace un año Donald Trump, amenazó con la imposición de los aranceles a las fábricas que se quedaron en el suelo azteca, siendo ahora estas quienes podrán salvar la vida de los votantes del empresario.
“la industria de dispositivos médicos de 17 mil millones de dólares de México está aumentando la producción de todo, desde componentes de ventiladores hasta termómetros y camas de hospital, y rastreando el país en busca de trabajadores dispuestos a superar la pandemia”, relata el medio estadunidense.
Los equipos, producidos en gran parte en fábricas administradas por corporaciones estadounidenses, aterrizarán en casi todos los hospitales de los Estados Unidos.
“Existe esta increíble ironía de que muchos de los dispositivos médicos que salvarán vidas en los Estados Unidos se fabricaron en México, pero la mayoría de los mexicanos no tendrán acceso a ellos», expresó Andrew Selee, presidente del Instituto de Política Migratoria.
EMPLEADOS EN RIESGO POR TRABAJAR
Fue precisamente en el mes anterior que la demanda de Estados Unidos de productos como ventiladores y máscaras faciales llevó a la contratación de más trabajadores en las fábricas, algunas de ellas ubicadas en Tamaulipas.
La cancelación de las ferias de empleo en donde se completaba el aseguramiento de la mano de obra para crear los productos se hizo debido a temor de las autoridades locales a que se la propagación del COVI-19 arrasara em las empresas con este tipo de eventos, según relata el Washington Post.
“El equilibrio entre satisfacer las necesidades de Estados Unidos Y proteger a los empleados ha sido un desafío en algunas partes del país, donde los sindicatos y los políticos locales han protestado por el llamado al trabajo en las fábricas en medio del brote”, relata el medio norteamericano.
Y aunque queda claro que el producto salvará vidas de pacientes infectados por el coronavirus que ha su paso ha dejado más de 138 mil casos en Estados Unidos, en México los ciudadanos, incluidos sus fabricantes, se enfrentan a una realidad más difícil ante el posible inicio de la fase 3 del COVID-19.
