EL PARTEAGUAS

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POR ANGEL VIRGEN ALVARADO

ANTES QUE NADA Y DESPUÉS QUE TODO…

¡FELICIDADES A TODAS LAS MADRECITAS EN SU DÍA!

 

Como la mayoría de los reporteros, ignoro totalmente los parámetros que los médicos aplican para saber el ascenso o descenso de una epidemia.

En concreto, me refiero al número de contagios del coronavirus en México en general y en Tamaulipas en particular.

Como muchos mexicanos, he escuchado decir al vocero de la Secretaría de Salud, HUGO LÓPEZ-GATELL que la epidemia del coronavirus “…empezará a descender en agosto o septiembre”.

¿Cómo sabe eso si hasta ahora, en México, no han podido atajar la espiral de contagios?

Luego escuchó al Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR que dice que la epidemia del COVID-19 (que es el coronavirus) “se está aplanando”.

¿Cómo se está aplanando? Cada día vemos que hay más casos de coronavirus y que los muertos por esta causa cada vez son más.

Luego, en Tamaulipas, la doctora GLORIA MOLINA, Secretaria de Salud, dijo:

“Nosotros en esta semana estamos en el ascenso franco de los casos, esta semana y la que sigue serán los casos que nos determinen la parte más alta de nuestra curva epidémica.

Con ello se alcanzaría la punta de nuestra curva y después mantenernos así por algunos días más, y después se espera que empiece el descenso de casos”.

A ver ¿Que alguien explique cómo, después de que los contagios alcancen “la punta más alta de la curva” puedan descender?

Que se sepa no hay vacuna para frenar la epidemia.

Es lógico pensar que si aumentan los contagios, en ese orden aumenta el riesgo para más personas.

Mire, 100 contagiados contaminan más que 10. Ni para donde hacerse.

Y ya vemos: En Tamaulipas los casos de coronavirus aumentan a gran velocidad porque el número de enfermos va creciendo todos los días.

La doctora MOLINA dijo ayer:

“Se espera que al terminar esta semana epidemiológica, este sábado, se presente el mayor número de casos positivos por día en la entidad. Con ello se alcanzaría la punta de nuestra curva y después mantenernos así por algunos días más, y después se espera que empiece el descenso de casos”.

¡Por favor!

¿Cómo logrará que ya no aumenten los contagios?

Cierto es que nosotros, los simples mortales, debemos ayudar: No salir de la casa si no hay necesidad, usar cobre boca, gel antibacterial en las manos, alcohol, también para las manos y evitar las aglomeraciones.

Pero de eso a que como por arte de magia después de ayer sábado vayan a descender los casos… lo dudo.

Ayer mismo trascendió que en Matamoros, en el hospital del IMSS, murió un contador público, de 50 años, empleado de una empresa ensambladoras, por coronavirus.

Y los casos de contagio el viernes fueron arriba de 40.

Eso es lo que nos dicen… ¿Y lo que no sabemos realmente?

MOLINA dice que no hay una fecha tentativa para levantar la cuarentena.

En una cosa estamos de acuerdo totalmente con ella, cuando manifiesta que “…realmente creo que nuestra vida será una vida antes del coronavirus y otras después del coronavirus”.

El parteaguas de ahora, sin duda.

 

MI PECHO NO ES…

Bueno, hoy es Día de las Madres.

Sin embargo, por la cuarentena impuesta y recomendada por los tres niveles de gobierno ante la ola de brotes contagiosos por el coronavirus, los restaurantes están cerrados, las pastelerías venderán solo por ventanilla y, solo los vendedores de flores que andan en la calle (en Matamoros, calle Sexta y Diagonal Cuauhtémoc) podrán ofrecer su mercancía siempre y cuando usen cubre-boca.

Los súper tiendas sí estarán vendiendo pasteles pero, para estás horas es muy probable que haya poca existencia.

Anoche, los músicos tuvieron poca o nada de trabajo.

Este momento está difícil para todos.

De cualquier manera ¡Feliz Día de las madres!

Lo que usted leerá enseguida, es una propuesta del diputado panista MARCELO DE JESÚS TORRES COFIÑO, Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado de Coahuila

TORRES.

El legislador propuso “…reformar el artículo 86 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para que se contemple expresamente la facultad legal de destituir al titular de la Presidencia de la República, por incapacidad mental para dirigir los destinos de la nación”.

El diputado manifiesta su punto de vista. Dice:

“México requiere un Presidente que sea un estadista, y no una persona que se siente semidiós, pues solo ha demostrado que le falta carácter, criterio, sensibilidad, preparación, y visión de estado, lo cual provoca un vacío de autoridad que está conduciendo a este país a una catástrofe”.

Lo bueno, lo magnífico es que en México sí hay Libertad de Expresión.

Por otra parte…

EL TORNADO DE MONTERREY que dejó dos muertos y cuantiosos daños materiales asombró a todos por su furia y devastación.

Los videos de las redes sociales dan cuenta de la magnitud del fenómeno…

¿Es el cambio climático?

Digo, porque en Monterrey es raro que haya este tipo de fenómenos meteorológicos.

De regreso con el COVID-19…

No es por estar como cuchillito de palo, pero… ¿Realmente la cifra de contagios en México son de 31 mil 522 casos hasta ayer?

Esas cifras son las que maneja LÓPEZ-GATELL pero…

Hete aquí que, ayer mismo se publicó:

“The New York Times (NYT) aseveró que la Ciudad de México tendría tres veces más muertos por el nuevo coronavirus que las cifras reconocidas públicamente por el Gobierno federal.

Hasta ayer, la Capital mexicana registraba oficialmente 696 fallecidos.

Pero, según datos revisados por el NYT, funcionarios de la Ciudad han tabulado más de 2 mil 500 muertes por el virus y enfermedades respiratorias graves que los médicos sospechan están relacionadas con el Covid-19.

The Wall Street Journal también estimó que la cifra de fallecidos por el virus es en realidad mucho mayor, luego de revisar una muestra de 105 certificados de defunción correspondientes a cuatro días de finales de abril en la Ciudad de México.

Sólo cuatro de las muertes estaban reconocidas por Covid-19, el resto tenía las causas de «neumonía atípica», «probable Covid-19» o «sospechoso Covid-19», indicó.

El diario español El País, mientras tanto, publicó que México tendría hasta… ¡730 mil contagios acumulados desde el inicio de la epidemia, la mayoría con síntomas leves!

Por hoy, es todo.

P.D.- HISTORIA DE UN BRILLANTE INVESTIGADOR POLICIACO.

Casi a finales de 1969, cierta tarde de diciembre, al terminar mi turno en cabina de la XEMS, DON ANTONIO GALLEGOS ESCALANTE, qepd, el dueño de la radiodifusora, me pidió que lo acompañara a Brownsville, Texas.

En el camino DON ANTONIO comentó algo, no sé por qué, de VALENTE QUINTANA, un detective matamorense que había muerto recién el año anterior, en 1968.

“Yo lo conocí- dijo DON ANTONIO- Si vieras que interesante es platicar con ese tipo de gente”.

E platicó que Quintana le había referido como descubrió el Convento de las Carmelitas en Puebla, donde encontró todo tipo de atrocidades.

Pero esa es otra historia…

A la distancia supe que VALENTE QUINTANA había nacido en Matamoros y que había vivido por el rumbo de la calle 9.

Esto es parte de lo que de él se ha escrito.

“VALENTE QUINTANA, EL “SHERLOCK HOLMES” MEXICANO

Quintana se inmiscuyó en casos tan variados como el asesinato del presidente Álvaro Obregón, y los robos de automóviles tan comunes de la época.

Este detective fue uno de los pocos investigadores privados que se ganó el reconocimiento de la sociedad mexicana.

*- Matamoros, Tamaulipas, vio el nacimiento de Valente Quintana en 1890.

Tras acabar la primaria se vio obligado a mudarse, por la necesidad económica, a Brownsville, Texas, junto a toda su familia.

Ahí desempeñó distintos empleos, sin embargo, su prodigioso ingenio florecería en el momento que encontró las pruebas que mostraban su inocencia cuando lo culparon de robo a la caja registradora en la tienda de abarrotes en donde trabajaba en aquel momento.

Tiempo después, salió de la Detectives School of America para trabajar en el Servicio Americano de Investigaciones.

Su inteligencia y dotes de sabueso hicieron que fuera candidato al puesto de comandante.

No obstante, para el ascenso debía de renunciar a la nacionalidad mexicana, de la que se sentía orgulloso por sus padres.

Regresó a México en 1917, periodo en el cual se dieron los primeros robos de automóviles en la Ciudad de México.

Uno de los afectados contrató a Quintana para que encontrara a los culpables, lo cual logró dejando un coche con un rastro de pintura mostrando la casa de los criminales.

Para 1926 ya había fundado su bufete privado, que manejaba precios para todos: Desde la clase baja hasta los ricos de la época.

En otra ocasión, la prensa de los Estados Unidos lo felicitó por haber encabezado la búsqueda de Clara Phillips, quien era una fugitiva que había matado a su esposo a base de martillazos.

Entre los casos de mayor magnitud que investigó destaca el asesinato de Álvaro Obregón en 1928.

El culpable fue José de León Toral, quien descargó un revólver sobre el cuerpo del político que iba a reelegirse como presidente y celebraba su triunfo en un restaurante en Coyoacán. Asimismo, Quintana investigo el homicidio del líder estudiantil Juan Antonio Mella en las calles de la capital, y es que al final se dio cuenta de que el encargado de eliminarlo había sido alguien ligado a la dictadura cubana.

En las cantinas de aquellos años se escuchaban frases como “Si Quintana fuera jefe no sucederían cosas así”, refiriéndose a la alza de criminalidad.

Para 1929 se cumplió el deseo de la gente y fue nombrado Inspector General de Policía del Distrito Federal.

Terminando su labor regresó al Bufete Nacional de Investigaciones que había fundado en el pasado, y ahí continuó hasta su muerte en 1968.

De igual manera, abrió su propia escuela de detectives en donde enseñó las técnicas con las que tantos años demostró ser uno de los ciudadanos más perspicaces que tuvo esta urbe.

 

EL MISTERIOSO CASO DE CARLOS BALMORI

El único caso que Quintana no pudo resolver fue el de Carlos Balmori, millonario excéntrico español, comerciante mundial, dueño de un ostentoso palacete coyocanense con todo y zoológico, aunque uno de los hombres más groseros de todos los tiempos.

Quintana conoció a Balmori en una fiesta; éste le comunicó que todas las noches una mujer disfrazada de hombre le robaba grandes cantidades en una de sus fábricas y que estaba seguro de que la muy pérfida asistía aquella noche a la misma fiesta con el propósito de burlarse de él, por lo que en ese momento lo contrataba para que revisara a los invitados y desenmascarara a la mujer disfrazada.

Quintana aceptó el encargo y el enorme cheque al mismo tiempo, pero después de fallidos «»reconocimientos»» u «»oscultaciones»» a los invitados, el detective Quintana, rojo de coraje y desconcertado por no encontrar a la mujer, se dio por vencido.

Luego vinieron las risas y carcajadas, pues conforme el millonario Balmori regañaba al detective por su ineficiencia, se despojaba de sus ropas y barbas, hasta descubrirse como una anciana de voz tipluda.

Se trataba de Concepción Jurado, mitómana, mitotera, excéntrica y travestida pero divertida mujer, nacida en el DF en 1865, que llevaba años haciéndose pasar por Carlos Balmori.

Como Balmori Conchita Jurado, que no tenía un peso, llegó a codearse con los más encumbrados políticos, generales, magnates de la alta sociedad de la época; para esto contaba con un buen número de amigotes que participaban actuando como secretarios, lacayos, doctores o empresarios a sus órdenes que los insultaba a más no poder en elaborados sainetes llamados «»balmoreos»» donde engañaban a los ingenuos, como al famoso detective Quintana.

Por hoy, es todo.

 

 

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