«REMESAS, BURBUJA MOMENTÁNEA»

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Dr. Jorge A. Lera Mejía

La actitud triunfalista del gobierno federal, motivada por los récords de remesas históricas recibidas en marzo, lo que permitió que en los tres primeros meses de 2020 se registren más de 9 mil 293 millones de dólares de divisas, no corresponde con la realidad vigente.

Estas recepciones, convirtieron a las remesas en la primera entrada de divisas a México. Dadas las caídas estrepitosas de las exportaciones del sector automotriz y el cierre del turismo.

Este hecho nos permite observar la doble moral de los políticos mexicanos, que no entienden que las remesas se deben a la pobreza y no a la riqueza, debido que corresponden a actos solidarios de migrantes braceros que huyeron de México por falta de oportunidades aquí, y ahora remiten parte de sus ingresos y ahorros a sus familiares para su manutención y sobrevivencia, por ser estos parte de la población más pobre de nuestro país.

A saber, de acuerdo a datos publicados el 5 de mayo por el Banco de México (organismo que lleva los movimientos financieros extranjeros), las remesas de los trabajadores mexicanos en EE.UU. sorprendieron en marzo con una entrada de 4 mil 16 millones de dólares; muy por encima de las expectativas de consenso de 2 mil 694 millones de dólares del mes de febrero anterior.

Sin embargo, es menester reconocer que dichos envíos históricos, no se deben a mejorías de los ingresos de los paisanos, menos en tiempos de crisis económica y de contingencia sanitaria por el Covid-19, lo que está provocando que, por un lado, los migrantes documentados e indocumentados, estén dejando de trabajar y de recibir sus salarios por el cierre temporal o definitivo de las fuentes de trabajo.

Por otra parte, se presenta un fenómeno que por temor a la enfermedad, los migrantes enviaron más de lo acostumbrado al retirar parte de sus ahorros para mitigar la pandemia de sus parientes en México.

Quiere decir, que los aumentos son debido a que la mayoría de las remesas se originan en Estados Unidos, y que este aumento inusual se habría dado por el temor al desempleo en aquel país, por lo que muchos aprovecharon para capitalizar sus niveles de dólares en el país.

La aceleración significativa de las remesas en marzo es difícil de ajustar con las condiciones del mercado laboral y el sentimiento en EE.UU.

Especulamos que quizás por temor a un deterioro significativo de las perspectivas de empleo e ingresos, muchos trabajadores pueden haber capitalizado en un nivel favorable de dólares a pesos mexicanos para enviar parte de sus ahorros acumulados en Estados Unidos de regreso a México.

Además, se aprovechó que el peso ante la devaluación de los últimos dos meses, representan a la conversión en más pesos por cada dólar. Esto significa, que también influyó la especulación monetaria.

Podemos concluir, que este fenómeno momentáneo es motivado más por el miedo y la desconfianza al futuro laboral. Por lo que es de esperarse que en los siguientes meses de 2020 se inhiban las entradas de remesas, por lo que los especialistas estiman cierren con una caída entre el 20 al 30% hasta diciembre de este año.

Por lo pronto este monto superior en 49% de las recepciones comparadas con el mismo periodo de 2019, nos permite que estos recursos ayuden al consumo interno de los beneficiarios directos e indirectos, especialmente entre personas de bajos ingresos, además de ser una fuente importante de divisas moneda.

A pesar de esto, los vientos en contra siguen siendo muy elevados, pues las condiciones para los migrantes en Estados Unidos se han deteriorado significativamente..