Agencias.- Pesadillas, falta de concentración en las actividades escolares, mal humor y temor de que sus padres o ellos mismos enfermen de Covid-19, son algunos de los trastornos que presentan entre tres y cuatro de cada 10 niños a causa de la pandemia, advirtieron especialistas.
La situación se agrava en las familias que ya tenían problemas de convivencia previos y aquellas en que los adultos se muestran asustados por el nuevo virus o si forman parte del personal de salud que atiende a pacientes contagiados.
La investigadora María Elena Medina Mora, ex directora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, explicó que el cerebro de los niños madura durante el crecimiento, establece nuevas conexiones neuronales y determina el carácter que tendrá cada uno en la edad adulta. Este proceso se afecta si se somete a las personas a un estrés tóxico como puede ser el generado por la pandemia.
Claudia Sotelo, directora de Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (Ceepi), comentó que otras afectaciones presentes en los niños durante el periodo de confinamiento son la hiperactividad, insomnio y aumentan los berrinches. Estos pueden ser síntomas de ansiedad y depresión resultado de que muchos niños no logran procesar el encierro y lo más probable es que sus padres también estén pasando por momentos complicados.
La Red Voz Pro Salud Mental de Ciudad de México refirió los datos de una investigación en España, según los cuales en aquel país, uno de cada tres niños presenta trastornos emocionales y del sueño.
El organismo dio algunas recomendaciones a los padres de familia para mejorar su calidad de vida: mantener horarios regulares para dormir y despertar; escuchar a sus hijos con atención. Si tiene alguna pesadilla, decirle que es un mal sueño y no tiene por qué hacerse realidad; deben mantener sus mentes activas, por ejemplo, con investigaciones sobre tema de interés de cultura, animales, ciencia.
Los adultos también pueden hacer ejercicio con sus hijos, jugar, bailar. Evitar el uso de dispositivos móviles dos horas antes de dormir; escuchar música clásica y hablar a sus hijos con amor y seguridad.