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Docentes, estudiantes y administrativos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) participaron en la sesión virtual de “Comeback Stories by Santander México”, realizada en conjunto con Fuckup Nights, un movimiento de emprendedores que se ha hecho famoso por divulgar las historias de éxito en los negocios de manera creativa.

La participación de la UAT en este programa se desarrolló en el marco de la vinculación con Santander a través de Universia México, y en este sentido, el Director de Relaciones Institucionales de Santander Universidades y Universia México, Salomón Amkie Cheirif, habló de las becas y los premios que otorgan en nuestro país, así como de las nuevas modalidades de entrega debido a la “nueva realidad” por COVID-19.

Fuckup Nights, es un movimiento de emprendedores que lleva siete años, contando historias de fracaso que se convirtieron en éxitos. Nació en la Ciudad de México en septiembre del 2012 y actualmente tiene presencia en muchos países del mundo.

A través de la plataforma Zoom, los participantes pudieron conocer la historia del emprendedor mexicano y director general de la empresa de diseño textil “Worales”, Daniel Luna, quien compartió la historia más amarga que ha vivido y que estuvo a punto de destruir su futuro en los negocios.

Contó que tras unos años de trabajar en la idea que le hizo perseguir el sueño de emprendedor, diseñando y vendiendo playeras que cambian de color con la luz del sol, se topó con un cliente que le propuso un acuerdo para surtir playeras y otros artículos al Gobierno Federal.

“No le dije que no a una oportunidad, es una manera de quedar bien con el cliente, uno, dos, es negocio, tres, es el primer paso para una relación a largo plazo”.

“Resulta que el maquilador del estampado me ofrece las gorras más baratas, yo de ingenuo dije que sí, sin contrato ni nada. Pero llega el momento de entregar, dijo que me incluía el envío, dije va, le liquidé el pedido y fue la última vez que supe de él”.

“Al cliente no le puedes decir que no se pudo, había que resolverlo. La decisión era muy fuerte. Lo que hice fue volver a comprar el material, compramos maquinaria. Y trabajamos dos semanas día y noche para cumplir con el pedido. Dormía tres horas. Luego de préstamos y cosas así. La situación salió bien, después llegue al programa de Shark Tank México”.

Finalmente reflexionó en torno a su fracaso y explicó que ese tipo de errores pasan mucho a los nuevos emprendedores, quienes carecen de información, de metodología y desde luego de experiencia a la hora de hacer los procesos de negocios.