Agencias.- Esta mañana el presidente Ruso, Vladimir Putin, encabezó el desfile que celebra el sacrificio soviético y la deuda que el mundo aún tiene con Moscú, esto en la conmemoración de la derrota nazi.
Este gran acontecimiento fue diseñado por el propio Vladimir Putin para exhibir el potencial militar ruso entre los líderes de todo el mundo; sin embargo, apenas recibirán a una decena debido a la pandemia del Covid-19.
Esta ceremonia se realiza antes del referéndum que busca darle a Putin el poder hasta el año 2036. Hay que recalcar que en Rusia también viven la pandemia del Covid-19.
De hecho, Rusia es uno de los tres países con más afectados por el coronavirus sólo por detrás de Estados Unidos y Brasil. El país contabiliza a la fecha alrededor de 8 mil 359 muertos, según datos oficiales.
Fue debido a estos datos que al menos quince regiones decidieron suspender o aplazar más sus desfiles, aunque la gran marcha de Moscú no se pospuso. Como cada año finalizó en la Plaza Roja engalanados con banderas de Rusia y los emblemas del histórico Ejército Rojo.
Putín protegido hasta los dientes
De acuerdo con El País, el acceso a la zona donde Putín contemplará el desfile, será muy limitado. Incluso los acompañantes llevan en cuarentena un par de semanas.
En tanto, docenas de veteranos de la Gran Guerra Patria –el periodo de la II Guerra Mundial en el que estuvo presente la Unión Soviética–, la mayoría de ellos de más de 90 años, han pasado 14 días en hoteles fuera de Moscú para prepararse para el evento.