Dr. Jorge A. Lera Mejía
Cirque du Soleil, también conocido como Circo del Sol y que produce varios espectáculos acrobáticos de Las Vegas, se declaró en bancarrota.
En su anuncio de este lunes, la compañía con sede en Montreal culpó de su bancarrota a la “interrupción inmensa y el cierre forzado de espectáculos como resultado de la pandemia de Covid-19”, y busca reestructurar su deuda con ayuda del gobierno canadiense y firmas de capital privado.
Así vemos que en el mundo y en México se presentan paros y quiebras motivadas por la pandemia Coronavirus.
Las recesiones mundiales a una escala que no se veía desde la Gran Depresión de los años 1930 requieren una respuesta más firme de los gobiernos para garantizar una rápida recuperación y situar el crecimiento en una trayectoria más saludable, dice también el informe.
La pandemia y el consecuente confinamiento en numerosos países detuvo grandes franjas de producción y obligó a muchos gobiernos a emprender operaciones masivas de rescate en todo el mundo.
Así vemos que grandes compañías como Neiman Marcus, J. Crew, Gold’s Gym y Pier 1 se han apegado al proceso de bancarrota del llamado Chapter 11 de la legislación de Estados Unidos. En términos generales, este capítulo prevé una forma de bancarrota que involucra la reorganización del negocio, deudas y activos de un deudor bajo una metodología y reglas que buscan permitir a dicho negocio sobrevivir y obtener un pago reglado y equitativo a sus acreedores.
La eficacia de este proceso ha quedado probada en el pasado, pues ha logrado la “resurrección” de compañías insignia como General Motors y United Airlines.
Que hubiera un incremento en el número de compañías americanas que se apegaran a este proceso en épocas del Covid-19 es muy entendible; lo que no es tan fácil de entender es por qué este proceso también es socorrido por compañías extranjeras que, en apariencia, deberían estar sujetas a procesos de insolvencia en otros países. Es así como en días pasados la colombiana Avianca solicitó la aplicación de este proceso y las protecciones que el mismo conlleva.
También en México, la emergencia sanitaria por el coronavirus Covid-19 agudizó la crisis que ya enfrentaban algunas aerolíneas del país como Aeroméxico e Interjet, al mismo tiempo que frenó el crecimiento sostenido que habían mostrado otras como Volaris y VivaAerobus.
De acuerdo con un análisis de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), alrededor de 85 por ciento de la flota aérea del país se encuentra parada por la contingencia, lo que llevará a la quiebra a algunas.
También en México, ahora se discute además de la pérdida del PIB, los efectos de la crisis en el empleo y el tiempo de la recuperación.
Así tenemos que México perdió ya 1 millón 30 mil 366 empleos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) durante marzo, abril y mayo, refieren datos del IMSS.
De acuerdo con cifras actualizadas del IMSS, en mayo se perdieron 344 mil 526 empleos, los que sumados a 130 mil 593 empleos perdidos en marzo, y 555 mil 247 en abril llegan a más de un millón de empleos formales perdidos, cifra tres veces mayor a los 342 mil 000 empleos formales creados y registrados en el IMSS durante 2019.
Pero estos datos se refieren solo al empleo formal. Recordando que por cada empleo formal se pierde al menos dos o tres informales.
Lo que podemos estimar que en México ya se perdieron más de 3 o 4 millones de empleos totales. A los que se suman los cerca de 12 millones de trabajadores que hasta mayo estaban en paro técnico, y no sabemos cuántos de ellos podrán ir regresando a trabajar ahora que se empieza la fase naranja de la nueva normalidad.
Si el Fondo Monetario Internacional ya estimó que el PIB de México caerá en cerca del 10.5% en todo 2020, esto nos da una idea que la recuperación no se verá en este año ni en el 2021. Se requerirán al menos tres años de crecimiento promedio de 3.3% anual para volver al PIB que teníamos al cierre del 2019.
Por lo que se sigue presionando para que el gobierno y las cámaras empresariales trabajen en una misma dirección para recuperar primero los 3 o 4 millones de empleos que se perderán en 2020 y no olvidemos que cada año se incorporarán al menos otro millón 200 mil jóvenes a la fuerza laboral…