Agencias.- Javier Aquino se hizo tendencia al afirmar que Cruz Azul lleva 30 años sin ganar nada, pero él fue jugador de la Máquina, incluso ellos le dieron la oportunidad de debutar en el futbol mexicano. ¿De dónde nació el odio a los cementeros?
Todo comenzó en el 2013, cuando Aquino se fue de Cruz Azul para iniciar su aventura en el futbol europeo con el Villarreal de España.
La salida no fue en los mejores términos y aprovechó la cláusula de los seis meses finales de contrato con los cementeros para salir.
Al regresar a México reveló que su primera opción era Cruz Azul, pero los cementeros le cerraron las puertas.
«Con Cruz Azul teníamos la opción de regresar, tenían mano, pero no quisieron. Cuando mi representante analizó la opción de volver al futbol mexicano, Cruz Azul no quiso, mi representante preguntó que si querían ser la primera opción para negociar la vuelta y dijeron que tenían otras opciones, otros jugadores en esa posición», mencionó Aquino en esa ocasión a Pello Maldonado.
Asimismo, aseguró que cuando aceptó la oferta de los Tigres, Cruz Azul volvió a buscarlo, hecho que para Aquino significó una falta de respeto por parte de la institución celeste.
«Cuando decido darle el sí a Tigres, Cruz Azul viene, no sé si a ellos les cerraron las opciones que esperaban, para mí fue una falta de respeto», añadió.
Aquino ha demostrado que ya no tiene sangre celeste y ayer lo volvió a demostrar.
