Agencias.- Un alto funcionario ruso afirmó que su país podría lanzar una vacuna contra el COVID-19 tan pronto como septiembre, mientras negó las acusaciones de que piratas informáticos que trabajan para la agencia de inteligencia del país intentaron robar datos confidenciales de investigadores rivales en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.
«Rusia puede ser uno de los primeros en producir una vacuna en un contexto en el que Estados Unidos y todas las compañías farmacéuticas están invirtiendo miles de millones de dólares en ella», señaló Kirill Dmitriev, director del Fondo de Inversión Directa ruso (RDIF), que está financiando uno de los esfuerzos del país para diseñar una vacuna.
El presidente Vladimir Putin ha hecho de la búsqueda de una vacuna una prioridad principal para su país, que ha registrado más de 750 mil casos confirmados del nuevo coronavirus, lo que lo convierte en la cuarta nación más afectada por la pandemia.
En la carrera de Rusia por ser el primero en encontrar una vacuna contra el padecimiento, está adoptando un enfoque que es rechazado en otros países, alegando que sabrá en solo tres meses de ensayos si su candidato principal a la vacuna funciona.
Si Moscú consigue su meta, podría desatar un escenario de un duelo de vacunas y conflictos geopolíticos sobre qué países las obtienen primero.
Los comentarios de Dmitriev se produjeron después de que Reino Unido, EU y Canadá afirmaron que piratas informáticos que trabajaban con el grupo APT29, parte de la inteligencia militar rusa, habían utilizado un malware para tratar de incautar la investigación de vacunas.
Dmitriev comentó que Rusia no tenía necesidad de robar información de los desarrolladores de vacunas rivales porque ya había firmado un acuerdo con AstraZeneca para fabricar la vacuna de la Universidad de Oxford contra el nuevo coronavirus en R-Pharm, una de las compañías farmacéuticas más grandes de Rusia. Agregó que AstraZeneca está transfiriendo todo el proceso tecnológico y todos los ingredientes para la reproducción completa de la vacuna en Rusia.
«Todo lo que se necesita para producir la vacuna británica ya se ha transferido a R-Pharm. AstraZeneca ya ha firmado compromisos para transferir toda la producción de la vacuna británica a R-Pharm», declaró.
AstraZeneca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. No está claro si AstraZeneca enviaría toda la tecnología necesaria para que Rusia produzca la vacuna o si el acuerdo implica que el gigante farmacéutico británico envíe el material a los fabricantes necesarios para comenzar la producción.
Algunos expertos en Occidente se muestran escépticos de que Rusia tenga la experiencia para producir su propia vacuna en septiembre.
«No creemos que sea realista», consideró Peter Shapiro, analista farmacéutico de la firma de investigación GlobalData, advirtiendo que Rusia, como otros países, podría aprobar la vacuna por razones políticas. «Los obstáculos regulatorios en Rusia son bajos», remarcó.
Tampoco es probable que dicha vacuna, en caso de recibir ‘luz verde’ por parte de Moscú, vaya a ser aceptada en Occidente, apuntó.
«No vemos una historia de vacunas innovadoras que se desarrollen en Rusia que obtengan aprobación» para los principales mercados como Estados Unidos, Japón y Europa occidental, comentó.
Una carrera a nivel mundial
EU, Europa occidental y China han establecido programas de investigación y cadenas de suministro para la producción de la vacuna contra el virus SARS-CoV-2. Si bien las negociaciones con AstraZeneca ofrecen a Rusia la posibilidad de adquirir dosis de la vacuna Oxford si tiene éxito, la batalla global para asegurar los suministros podría dejar a Moscú luchando por acceder a otras vacunas potencialmente exitosas, aumentando la presión para avanzar en su propio programa.
Dmitriev afirmó que confía tanto en el candidato a vacuna de Rusia que ya hizo que le fuera aplicada a él y toda su familia, incluidos sus padres, que tienen más de 70 años. La vacuna, financiada por el RDIF y desarrollada por el Instituto Gamaleya ha completado un ensayo de fase 1 en 50 personas, todas las cuales son miembros del ejército ruso. El instituto no ha publicado resultados.
La vacuna es una de las 26 inyecciones experimentales en desarrollo en Rusia, aclaró la viceprimera ministra Tatyana Golikova el 15 de julio. La candidata de Gamaleya es una vacuna de vector viral basada en un adenovirus humano, un virus del resfriado común, fusionado con la proteína espiga del patógeno SARS CoV- 2 para estimular una respuesta inmune.
Es similar a una vacuna que CanSino Biologics de China tiene la intención de pasar a ensayos en Canadá, uno de los países objetivo de los supuestos piratas informáticos rusos. Los resultados iniciales del ensayo de CanSino mostraron que la vacuna tuvo un efecto disminuido en algunas personas que tenían una inmunidad preexistente al adenovirus.
Además de fabricar vacunas para AstraZeneca, R-Pharm fabricará la vacuna del país en sus sitios de producción en Rusia. Alium Pharmaceutical, con sede en Moscú y propiedad del multimillonario Vladimir Evtushenkov, también acordó fabricar dosis, comentó Dmitriev.