Agencias.- Pemex (Petróleos Mexicanos) presentó un amparo para verse exenta de reportar sus inventarios, luego de la entrada en vigor, el pasado 1 de julio, de la Política de Almacenamiento Mínimo de Petrolíferos, emitida por la Secretaría de Energía (SE) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
El reporte de los inventarios se relaciona con el arranque del modelo de tickets a través del cual la paraestatal podrá ofrecer en arrendamiento su capacidad de almacenamiento a terceros, publica El Economista.
El amparo fue presentado por la la filial de la petrolera Transformación Industrial, ante el Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa, mismo que suspendió a favor de la industria y organizaciones no gubernamentales la política y el acuerdo de confiabilidad en el sistema eléctrico de la SE y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), con el que se daba control sobre el sector de energías limpias a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
¿Cuál es el objetivo de Pemex?
Por ser dueño del 87% de la infraestructura del sector energético en el país, Pemex está en la posibilidad de cumplir las disposiciones de la CRE, sin embargo, la filial busca tiempo para cumplir con sus obligaciones de transparencia de información sobre sus volúmenes de inventario mínimos de petrolíferos correspondientes a la primera quincena del pasado mes de junio, con el fin de ofrecer una tarifa adecuada.
Ramsés Pech, analista del sector, explica que con el amparo Pemex busca proteger sus ingresos derivados de la tarifa de 3.5 centavos por litro en los tickets.
La tarifa fue diseñada por Pemex y no por la Comisión Reguladora, por lo que existe la posibilidad de que la industria tome medidas legales contra la paraestatal. En consecuencia, la entrada de ingresos se vería retrasada.
El experto dice que el ajuste en la tarifa significaría una entrada adicional de dinero.
¿De qué va la política de almacenamiento?
En la la Política de Almacenamiento Mínimo de Petrolíferos se asienta la obligación para que tanto comercializadores como distribuidores de gasolinas y diésel cuenten con un inventario mínimo de combustible equivalente a cinco días de venta en los próximos seis años.
En el caso de los participantes del mercado de diésel, la regla es de tres días, para lo que Pemex puede venderles tickets a manera de bonos para apartar la capacidad de almacenamiento que necesitan.