Agencias.- La Secretaría de Salud admitió que, por la “reconversión hospitalaria” para atender el COVID-19, en México los servicios de salud redujeron la atención a pacientes con enfermedades crónico-degenerativas, como el cáncer, la diabetes, la hipertensión, entre otras.
El subsecretario Hugo López-Gatell confirmó el señalamiento de la Organización Panamericana de Salud (OPS), de que en los países de las Américas el nivel de desatención de otras enfermedades, como la diabetes y la hipertensión, “ha sido devastador”.
El funcionario anunció que “desde hace semanas el secretario de Salud, Jorge Alcocer, nos instruyó a que integráramos un grupo de trabajo sectorial -que es la Secretaría de Salud federal, el Insabi, el IMSS, el ISSSTE, como instituciones proveedoras del servicio de salud, y la Coordinación de los Institutos de Salud- para identificar y poner en práctica un proceso de regularización, o de regreso a la normalidad o de la continuidad de operaciones de los servicios de salud, para subsanar el rezago que existe en la provisión de ciertos servicios de salud, tanto de diagnóstico, como terapéuticos como de rehabilitación, que necesariamente fueron desplazados con la reconversión hospitalaria”.
“Lo digo de una vez para que vaya permeando la idea de que, uno de los cambios que puedan existir, es que a las personas se les cambie el domicilio donde se atienden, con el propósito de facilitar el acceso a los servicios, lo que puede causar desconcierto al inicio, porque estaban acostumbrados a ir a una determinada unidad clínica y ahora posiblemente se les diga: vas a ir a esta otra”, explicó.
Precisó que a este plan se le denomina “Continuidad de Operaciones de la Atención Clínica” y que está próximo a salir, aunque aún no hay fecha. “Cuando tengamos el plan lo explicamos, hoy solo sepan que hay un plan, que todavía no está cerrado porque estamos pensando en múltiples opciones, para garantizar la continuidad del tratamiento, diagnóstico y rehabilitación de las personas con padecimientos no COVID”.
López-Gatell pidió a la ciudadanía “que tenga la confianza que se va a determinar con los criterios de que tengan calidad, oportunidad, proximidad y facilidad en el acceso a los servicios”.
Indicó que “el enfoque original era la desconversión, pero hemos recapacitado que el enfoque no es solamente desconvertir las unidades clínicas, sino reorganizar para mantener el estado de conversión, que nos ha permitido albergar a pacientes con COVID; porque viene la temporada otoño-invierno y, recuerden, vamos a tener epidemia de influenza, que clínicamente es muy semejante a COVID, y existe la posibilidad de que tengamos, además, un repunte de casos de COVID”.
“Necesitamos conservar esa capacidad hospitalaria, pero también tenemos que regresar a la capacidad de subsanar rezago y atender a las personas con estos otros padecimientos”, argumentó.
Por lo anterior, señaló que “una de las salidas a este dilema es el reforzamiento del primer nivel de atención y el desplazamiento de servicios clínicos al primer nivel de atención, para que sea recibida con mayor eficiencia a la población que tiene necesidad de esto”.