Cientos de trabajadores de la empresa petrolera comenzaron a concentrarse afuera de la refinería antes de las 9:00 horas, donde el senador había anunciado que realizaría una clausura simbólica de las instalaciones, por la situación de contaminación que ha venido denunciando.
Los trabajadores cargaban carteles, pancartas e incluso matracas que no llevaban precisamente para celebrar la llegada del senador, sino lo contrario. Desde las 9:00 horas ya se habían concentrado trabajadores afuera de la refinería de Cadereyta, con pancartas y carteles que ya indicaban su disgusto por las acciones del legislador, argumentando que ven amenazadas sus fuentes de trabajo.
“No nos quites nuestras fuentes de trabajo” y “trabajadores de Pemex unidos venceremos”, ”Políticos oportunistas” o eran algunas de pancartas que portaban los trabajadores y que ya presagiaban la hostilidad con que sería recibido el senador y su comitiva en la refinería.
Incluso el senador en sus redes sociales ya parecía augurar un mal recibimiento de los trabajadores, con una foto de la concentración afuera de la refinería con el mensaje “No les queremos quitar su empleo, queremos salvar 5 mil vidas al año”.
Pasadas las 9:00 horas, el senador Samuel García llegó a bordo de una camioneta color gris acompañado de personal y otros legisladores, como el diputado local, Luis Donaldo Colosio.
La llegada del senador se convirtió en lo que ya se esperaba: los trabajadores rápidamente comenzaron a rodear la camioneta mostrándole los carteles y gritando consignas en su contra, por lo que no pudieron bajarse en ningún momento a realizar el acto simbólico.
La camioneta avanzó lentamente por el frente de la refinería. Aunque al principio las protestas no fueron agresivas físicamente, el enojo de los trabajadores era notorio.
El andar de la camioneta fue acompañado en todo momento por los trabajadores, quienes comenzaron a increpar al senador y pedirle que se bajara, pegándole a las ventanas con la palma de la mano, mientras otros gritaban que se llevará a la camioneta hasta el retorno.
Finalmente, el senador y sus acompañantes pudieron salir del lugar y regresar con dirección a la ciudad de Monterrey, aunque en el proceso la ventana de atrás de la camioneta fue rota.
El legislador federal aseguró que escucharon las quejas de los trabajadores, pero resaltó que la única razón por la que iban a realizar el acto de clausura simbólica de la refinería de Cadereyta, es por los altos niveles de contaminación que afectan a la ciudadanía y a los mismos trabajadores.
“Con la única intención de ayudar a la refinería de Cadereyta a bajar recursos para poder instalar filtros, que reducen 90 por ciento la contaminación de Cadereyta y de la ciudad”, dijo.
“Desgraciadamente líderes sindicales los engañaron, hicieron que nos confrontaran, aquí están las consecuencias, no nos dejaron bajar a entregar documentación sólida, de toda la contaminación que genera la refinería, escuchamos puntualmente todas las quejas, que por qué no vamos a otras empresas, que por qué no vamos hacemos nada por el transporte, esa es la idea, pero tenemos que empezar con lo que más produce PM 2.5 y PM 10, que hoy por hoy es la que más genera”, expresó.