Agencias.- Un mínimo porcentaje de las personas infectadas con el virus del SIDA (VIH) es capaz de controlarlo sin necesitar antirretrovirales. Los investigadores muestran en un estudio lo que ocurre en estos «controladores de élite», con vistas a contribuir a encontrar un tratamiento.
Menos de 0,5% de las personas con VIH puede controlar el virus sin tratamiento. Y eso pese a la presencia de reservorios celulares donde se esconden VIH «latentes».
Para explicar este fenómeno, los investigadores compararon los genomas virales integrados en el ADN de células de 64 personas de estos controladores sin tratamiento con los de 41 pacientes bajo tratamiento antirretroviral.
Para reproducirse, el virus se oculta dentro de las células de forma latente, formando reservorios virales.
Según las investigaciones publicadas en la revista científica Nature, en estos controladores naturales el virus se ha integrado en lugares del genoma celular donde no puede dar paso a su reproducción.
En la mayoría de pacientes seropositivos no controladores un tratamiento eficaz de por vida permite contener la proliferación del VIH, sin erradicar, a priori, los reservorios virales escondidos.
Si se interrumpe el tratamiento, las copias completas del virus (llamadas «genomas virales intactos») pueden proliferar.
En el pequeño número de personas que controlan el virus sin tratamiento, estos reservorios del virus parecen diferentes. Los investigadores encontraron menos copias del genoma del virus, pero una mayor proporción de la forma intacta que puede proliferar.
«Lo que parece importante no es la presencia de genomas virales intactos, sino su ubicación», según la profesora Xu Yu (Escuela de Medicina de Harvard), quien ha dirigido la investigación.
«Hemos constatado que en los controladores de élite, el VIH suele encontrarse en lugares del genoma humano que los investigadores llaman ‘desiertos genéticos'», declaró a la AFP.
«En estas partes inactivas del genoma humano, el ADN humano nunca se activa y, por lo tanto, el VIH permanece en un estado bloqueado».
Los autores sugieren que este estado de inactividad viral profunda desempeña un papel en el mantenimiento del control sin medicamentos, pero no es completamente permanente o irreversible.
La idea sería centrarse solo en los genomas virales intactos situados en partes activas del genoma humano, e ignorar los otros.
Además, en un controlador de élite, los investigadores no han detectado ningún VIH intacto, «a pesar de haber analizado más de mnil 500 millones de células» sanguíneas. Esto podría significar que el paciente está curado, sugiere, con cautela, el equipo.
Solo dos pacientes, que se habían sometido a un trasplante de médula ósea para tratar un cáncer que aparentemente les ha librado del virus, están considerados curados.
El mes pasado, los investigadores informaron del caso de un brasileño seropositivo que, después de un potente tratamiento antiviral, pasó más de un año sin tratamiento contra el VIH y se mantuvo como seronegativo, sin trasplante de médula ósea.
También se tiene constancia de varias remisiones prolongadas en el mundo, pero no se consideran curaciones.