¿SEGUIRÁ FRAGILIDAD DEL SISTEMA BANCARIO?

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Dr. Jorge A. Lera Mejía

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) de México revocó principios de julio la licencia del Banco Ahorro Famsa por una gestión inapropiada de riesgos en protección de sus más de medio millón de clientes.

La Asociación de Bancos de México (ABM) calificó la revocación de la licencia a Famsa como «un hecho aislado» que no afecta a otros bancos ni al sistema de pagos porque el sistema financiero mexicano se encuentra «sólido y solvente». Sin embargo, de acuerdo con expertos le seguirán más Bancos, Sofomes y Sofipos que se encuentran tambaleando de hace tiempo.

Directivos de bancos medianos reconocen que han analizado algunas opciones de Sumar o Fusionar a los Bancos y Sofom pequeños o con debilidades, pues lo que menos quieren es que se repitan quiebras como Famsa.

Otros bancos con un Indice de Capitalización (ICAP) inferior al 13% en abril del 2020, son «ABC Capital» con 10.97%; «Autofin», 12.68%; «Ve por Más» 12.21%; y «Sabadell» 12.37 por ciento. Otros bancos con ROE negativo son: «Banci Azteca»; «ABC Capital»; «Accendo»; «Forjadores»; «Dondé» y «Pagatodo». Incluso, recientemente se observa con cierta preocupación la caída del valor de acciones de una importante financiera como lo es «Compartamos Banco».

La preocupación sigue vigente en este mes de septiembre, cuando corren rumores de la fragilidad de otros tres bancos pequeños, entre los que se cita al propio Banco Azteca, que se dice que la concesión de agente dispersor de apoyos solidarios del gobierno federal es la acción que lo viene salvando. Esto provoca que lo que la CNBV ahora intenta, es de evitar que esos bancos, que anteriormente eran Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes) o Sociedades Financieras Populares (Sofipos), contaminen a instituciones medianas y grandes.

Datos a abril de la CNBV muestran que Azteca tiene un índice de morosidad de 11.20%, muy por arriba del 2.32% del sistema nacional bancario, pero su índice de capitalización es de 18.06%, significativamente superior al 10.5 solicitado por la autoridad.

Lo que más preocupa, ante la primera evidencia mostrada por el impacto de la sola quiebra del Banco Famsa, tiene que ver en lo relacionado que dicha quiebra lleva gastados poco más del 40% de los fondos al Instituto de Protección del Ahorro Bancario (IPAB), que vale recordar que representa costos absorbidos por todos los mexicanos desde el nacimiento del cuestionado FOBAPROA en 1994.

Asimismo, por el otro lado, ya se cita al menos a cuatro Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes), pues son instituciones que operan con altos riesgos de impago en su cartera, altas tasas de interés para compensar el riesgo y nulas garantías de cobro. Esta coyuntura a provocado que algunas Sofomes más capitalizadas y reconocidas se encuentren actualmente en una seria campaña encaminada a realizar posibles Fusiones y/o adquisiciones de Sofom más pequeñas o con fragilidad en el manejo de sus carteras.

Incluso esta tendencia de achicamiento de algunas de las sofomes, ha provocado que frenan las propuestas de convertirse en banco de nicho, ya que primero la crisis de 2019, y ahora la ampliación del colapso por la pandemia, las dejó en pausa que es algo que dejó de ser atractivo.

Incluso, dentro de la opinión de la directiva de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Asofom), comentan que actualmente sólo una entidad está interesada en convertirse en institución bancaria, de cinco que manifestaron su interés hace 7 años.