Por José Luis Castillo
Con el cambio en la dirigencia estatal del Organismo de Mujeres ahora en manos de Ofelia Gaza, se desato otra guerra intestina al interior del Partido Revolucionario Institucional, pero no crea usted que por las candidaturas, no, el pleito es por cuestión de los recursos que se destinan al OMPRI, para su operatividad y capacitación, aun cuando lo quieran hacer ver de otra forma.
Los recursos económicos que se destinan al organismo de mujeres en cada estado son tentadores y por eso hay quien dice que a Copitzi Hernández García, no le cayó nada bien que la destituyeran y en su lugar nombraran a Ofelia Garza, fue designación (dedazo), dice la ex legisladora.
Pero ¿y a quien quiere engañar Copitzi?, a la dama en cuestión se le olvida que de esa misma manera se le expidió el nombramiento a ella apenas termino su encargo como diputada local, incluso dejando en el camino a otras damas priistas con mayor merecimiento.
Copitzi, refiere que aun cuando su nombramiento fue por designación, el encargo es por cuatro años y actualmente tiene 22 meses de haber tomado la dirigencia y acusa, “estas han sido decisiones que se han tomado unilateralmente desde el Organismo Nacional de Mujeres, por eso la pregunta ¿a quién quiere engañar Copitzi?, cuando todo mundo sabe que lo que está en juego es el dinero y la oportunidad para negociar otro cargo.
Hay que decirlo, la guerra por los recursos económicos están a la orden del día dentro del tricolor y aunque Edgardo Melhem Salinas, tiene la instrucción de hacer varios cambios dentro del PRI Estatal y sus organizaciones, nada ha hecho, “navega de muertito”, incluso desatendiendo al PRI nacional y eso no es nada bueno, tendrá sus consecuencias.
Monserrat Arcos Velázquez, esquivo muy bien los misiles que desde el PRI estatal le lanzaron, simplemente llegó e hizo lo que tenía que hacer y se fue a continuar con el trabajo al frente del OMPRI, hay tiempos hay ciclos y Copitzi lo tendrá que entender aunque hay que señalarlo, ante las circunstancias que vive el PRI y ante estas guerras intestinas propiciadas por la dirigencia estatal no creo que logren recuperarse electoralmente en los comicios venideros y los resultados volverán a ser desastrosos como fueron en los tiempos de Sergio Guajardo Maldonado.
Por cierto que mal se ve el ex diputado local cuando por una parte refiere que en el nombramiento de Ofelia Garza no se cumplieron las formas y por otra, le jura amor eterno a Monserrat Arcos Velázquez, lo cual me lleva a compararlo con el personaje conocido como la perejila, bueno para el chisme, el arguende sin dejar de ser un comediante y vividor de su personaje de político
Habría que recordarle a Checo que en sus tiempos de dirigente del PRI estatal también se aplicó el dedazo, la conveniencia y pacto político, lo colocaron en la dirigencia estatal, en donde insisto, los resultados fueron desastrosos, como pésimos han sido los resultados en los distintos cargos que ha desempeñado en donde el desvió de recursos de su parte es la constante.
No sin antes también recordarle que por ese tipo de dedazos o designación, su hermana Marisela Guajardo, va cumplir 7 años de estar cobrando como regidora en el municipio de Victoria, gracias a él porque cuando fungió como presidente del PRI, aplicó ese método para colocarla en esa posición de la que ahora vive y vive muy bien.
Lo cierto es que hay que darle la oportunidad a los nuevos talentos a jóvenes, mujeres y hombres que tienen ganas de servir a su partido, que no se rolen en poder entre los mismos dinosaurios, menos que se repartan el botín entre unos cuantos.
Hay quien dice que ahora, Edgardo Melhem, va sobre el Instituto Reyes Heroles, posición que mantiene en sus manos el también priista Ramiro Ramos Salinas, a través de Emilio Grimaldo, en donde Melhem pretende imponer nada menos que a Copitzi, para que siga becada y así también quitar del camino a Ramiro Ramos y su gente con rumbo a la sucesión gubernamental.
Insisto, la guerra intestina del PRI apenas comienza y si Sergio Guajardo dejo hecho trizas el PRI, Melhem pudiera dejarlo echo pinole y hay que aclararle a Sergio Guajardo lo que a aquí escribimos es materia de análisis y trabajo, no producto de ambiciones, negociaciones o acciones dictadas, como él acostumbra, ¿estamos?
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