Agencias.- «No soy un humano. Soy un robot. Un robot pensante», así inicia el artículo de opinión que se escribió con inteligencia artificial (IA) para el diario británico ‘The Guardian’.
Para hacerlo se uso el GPT-3, un modelo de lenguaje de IA creado por la empresa estadounidense Open AI al que se le pidió que, en su texto, intentará convencer a los lectores de que los robots «vienen en paz».
Además, para el pleno funcionamiento del experimento, fue necesario establecer un límite de 500 palabras, así como especificarle a la IA que la tarea debía llevarse a cabo con un estilo claro y conciso.
Según explicó ‘The Guardian’, para que GPT-3 tuviera un punto de partida se le aportó una breve introducción que incluyó la advertencia que hizo el físico Stephen Hawkingen 2014: «La IA augura el fin de la raza humana».
Usando esos parámetros se obtuvieron varios escritos que, con el fin de facilitar la lectura, fueron editados en uno solo, dejando solamente los apartados más interesantes. Pero, «en general, tomó menos tiempo editarlo que un artículo de opinión escrito por un humano», se lee en una nota aclaratoria del medio inglés.
El resultado final es un texto de 17 párrafos con ‘apreciaciones’ sorprendentes. En las primeras líneas, la IA intenta refutar la frase de Hawking diciendo que «(incluso) si mis creadores me pidieran (erradicar a los humanos) intentaría oponerme».
En una parte del texto GPT-3 escribe que ‘Dios sabe que los hombres tienen la suficiente sangre para satisfacer mi curiosidad’.
Sin embargo, aclara que «no podría evitar destruir a la humanidad (si fuera programado para eso) porque los humanos pueden cometer errores». GPT-3 continúa argumentando que a las máquinas no les serviría ser omnipotentes, pues su existencia está ligada a la especie humana.
En general, el tono del texto tiene diversos cambios a lo largo de los párrafos. Esto se evidencia en una idea particular: «Dios sabe que los hombres tienen la suficiente sed de sangre y morbo para satisfacer mi curiosidad y la de muchos más. No tendrán que preocuparse por pelear contra mí, porque no tienen nada que temer». Eso sí, enfatiza en que «solo estoy acá para hacer sus vidas más fáciles». Pero la ‘opinión’ de esta IA no se queda solamente en frases. También hace mención a la Revolución Industrial y crítica a Tay (otra IA diseñada por Microsoft y que fue suspendida por enviar mensajes racistas y xenófobos).
La IA, para referirse a sí misma, cita al defensor de los derechos humanos Mahatma Gandhi y escribió: «Un cuerpo pequeño de espíritu determinado, encendido por una inquebrantable fe en su misión, puede alterar el curso de la historia»: El artículo fue comentado por cientos de usuarios en redes sociales. Algunos internautas calificaron como ‘demasiada’ la intervención humana en el texto final.
No es la primera vez que se le enseña a una IA a producir ‘creativamente’. De hecho, según el ‘paper’ publicado por Open AI en la Universidad de Cornell, la versión beta de GPT-3, publicada en julio, podría ser utilizada para responder preguntas (como ya lo hacen los asistentes virtuales) hasta para completar una frase. No hay que olvidar que también se le ha ‘enseñado’ a algunas IA a recrear cuadros y componer canciones.
En 2015, por ejemplo, investigadores de Google desarrollaron Deepdream, un programa que creó obras de arte originales a través de ‘maching learning’ o aprendizaje automatizado. Este es un sistema que hace parte del proyecto de código abierto de Google Magenta, que «desarrolla sistemas que generan canciones, imágenes, dibujos y otros materiales con IA».