Agencias.- Petróleos Mexicanos regresó a los mercados de capital este jueves para su primera venta de deuda desde enero, ahora que la atribulada productora de petróleo busca aprovechar una mejor demanda de los inversores.
Pemex vendió mil 500 millones de dólares en bonos a cinco años con un rendimiento de 6.95 por ciento, por encima de los mil millones de dólares ofrecidos originalmente con un precio de orientación en el rango medio-alto de 7 por ciento. La venta se llevó a cabo sin problemas, a pesar de que la compañía tiene la mayor carga de deuda entre las grandes petroleras y lidia con uno de los peores brotes de COVID-19 de cualquier compañía en el mundo.
La pandemia ha obligado a Pemex a recortar los planes de inversión, suspender los contratos con los proveedores de servicios y retrasar los pagos. Sin embargo, la empresa estatal todavía necesitaba recurrir a inversores para obtener fondos.
“Tienen necesidades de refinanciamiento, por lo que, en ausencia de más apoyo del Gobierno, necesitan recaudar dinero”, asegura Shamaila Khan, directora de deuda de mercados emergentes de AllianceBernstein en Nueva York.
Por una vez, el mercado está a favor de Pemex. Los diferenciales entre los bonos de la compañía a 2027 y el soberano mexicano, que se dispararon a más de 870 puntos básicos en abril, se han reducido desde entonces a solo 463 puntos básicos. Eso sigue estando muy por encima del diferencial de aproximadamente 200 puntos básicos a principios de año, pero indica un retorno de los inversores al crédito.
La venta “salió bien”, dijo Khan. “Fue una emisión bastante pequeña y el precio es atractivo para el crédito”.
Para Klaus Spielkamp, jefe de ventas de renta fija de Bulltick en Miami, la demanda de la última venta de deuda de la compañía es alentadora, aunque todavía recomienda precaución.
“El riesgo de incumplimiento es muy bajo”, asegura Spielkamp, y agregó que le dice a sus clientes que el gobierno probablemente honrará la deuda de Pemex, pero que esperen volatilidad. “Esta no es una inversión que comprarán y estarán relajados hasta el vencimiento”.
Calificación para la emisión
Fitch Ratings asignó una calificación de ‘BB-‘ a la nueva emisión de Pemex. De acuerdo con la agencia, las calificaciones de PEMEX reflejan el continuo deterioro del Perfil Crediticio Independiente (SCP) de la compañía a ‘ccc -‘ derivado de su carga fiscal, el alto apalancamiento, el aumento de los costos de extracción por barril y las altas necesidades de inversión para mantener la producción y reponer las reservas.
El costo financiero para las tres emisiones similares en periodos pasados fue de 6.375 por ciento, por lo que, en esta emisión el aumento ascendió a 50 puntos base.
La calificación para las emisiones de más largo plazo fue de ‘BB+’.
En tanto, Moody’s asignó una calificación de Ba2. La calificadora reveló que, esta asignación toma en consideración el análisis conjunto de incumplimiento, que incluye los supuestos de un apoyo gubernamental muy alto en caso de necesidad y una correlación de incumplimiento muy alta entre Pemex y el Gobierno de México.
“Desde 2016, el gobierno ha apoyado a Pemex de diversas formas, incluidas inyecciones de capital, reducciones de impuestos y amortización anticipada de pagarés por cobrar del gobierno. La reducción de impuestos en 2020 de alrededor de 2.9 mil millones de dólares fue una demostración del apoyo del gobierno a Pemex”, indicó.
Esta es la segunda colocación que hace la empresa productiva del estado en el año. En la anterior la oferta fue por 5 mil millones de dólares dividida equitativamente en dos partes a plazos de 11 años y 40 años con un rendimiento fijo de 6.95 por ciento.