Julio Urías y su camino complicado para triunfar en la MLB

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Agencias.- El mexicano Julio Urías se coronó como el héroe en el triunfo de Los Ángeles Dodgers en el séptimo y último juego de la Serie de Campeonato de Liga Nacional ante los Atlanta Braves. El originario de Culiacán, Sinaloa se perfila para ser una pieza clave en las aspiraciones del conjunto angelino de conseguir su primer anillo de Serie Mundial desde 1988.

Urías, de 24 años, ingresó al diamante en la séptima entrada y cosechó una brillante actuación al no permitir una sola carrera de los Braves e incluso durante el octavo y noveno capítulo mostró su extraordinaria calidad al no recibir ningún hit. De esta manera, El ‘Culichi’, quien también tuvo una destacada participación en el Juego 3 de la Serie, se consolidó como uno de los principales responsables para que Los Ángeles avanzaran al Clásico de Otoño.

El gran momento que vive Julio en la MLB es producto de mucho trabajo y un impresionante esfuerzo desde muy pequeña edad al nacer con un tumor en su ojo izquierdo. El lanzador, quien debutó en 2016 con la plantilla principal de los Dodgers, tuvo que pasar momentos muy difíciles, pero de la mano de su familia, logró ponchar cada obstáculo y pudo cumplir su sueño, primero, de jugar béisbol, y segundo, de firmar en las Grandes Ligas.

«Es un tumor de nacimiento que, ni hablar, así quiso Dios que naciéramos y ni modo, es la que nos tocó. Hasta ahorita no me ha tocado algo grande que me haya afectado, sino que de chiquito sí las operaciones que tuve y pues la llevada a los Seguros de Guadalajara y Obregón, y pues durar un mes allá a veces con la operación, nos quedábamos a veces con un tío, en hoteles pagando y eso, pero yo pienso que desde chiquito fue la única complicación», señaló Julio César en entrevista con Salvador Rodríguez de ESPN en 2015.

Por su parte, los padres de Julio, Carlos e Isabel, recordaron que la incertidumbre era grande. Ellos no querían saber si su hijo podía jugar béisbol, sino saber si iba a poder desarrollarse con normalidad. Fue cuando encontraron al especialista Daniel Carlón, quien les dio una nueva esperanza.

Tras estudiarlo, determinó que el tumor no afectaría para nada a Julio César, y que si decidía jugar béisbol, no correría más riesgo que los demás. «Se vivió una prueba difícil, vamos a decir en cuestión de su salud, de su problema, pero bendito Dios eso no afectó en nada, como nos dijo su doctor, Daniel Carlón, con el que estamos muy agradecidos, que esto no iba a ser impedimento para jugar, que él iba a hacer su vida normal, y él nos motivó a que siguiera practicando el béisbol», comentó Carlos Urías.

Desde los cinco años, Julio César comenzó a destacar en el deporte que su padre y su abuelo le habían enseñado, Su papá había jugado en sucursales para los Pericos de Puebla pero no pudo lograr el sueño de debutar en la Liga Mexicana de Béisbol. Y con el objetivo de hacer realidad el sueño de su padre y el propio, Julio César nunca desistió.

A los 13 años, comenzaron a seguirlo algunos scouts. Y aunque acepta que hubo nerviosismo por saber si el tumor sería un impedimento, decidió jugársela.

«Pues directamente a lo mejor a mí no me tocó pero cuando llegó la gente de los scouts, todo eso, mucha gente se quiso echar para atrás porque decía, bueno, a lo mejor no mira o a lo mejor en el futuro va a dejar de ver, pero pues gracias a Dios nunca, sirvieron como escalones para tratar de subirlos sin bajar la cabeza, ni nada», confesó Julio, quien asegura que si bien no alcanza a ver al ciento por ciento, no tiene problemas para ver con ese ojo. «Me puedo tapar el otro ojo y miro igual, nada más lo que sí que ocupo lentes, pero no me gustan, pero voy a ponérmelos», confió.

Tras firmar a los 15 años con Diablos Rojos, el zurdo de la Higuerita dio el salto hacia Grandes Ligas a los 16 años con los Dodgers, Después de su paso por Ligas Menores, Urías se ha convertido en uno de los hombres importantes del cuadro angelino y registra 74 juegos -12G y 7P-, 38 aperturas y cuatro salvamientos. En Postemporada tiene seis victorias y dos derrotas en 16 duelos.

«Fernando Valenzuela es el mejor pitcher que ha sacado México y a mí no me queda más que seguir entrenando porque aún no he logrado mi sueño de lanzar en Grandes Ligas, pero con el favor de Dios, llegaré a la meta», declaraba hace cinco años Julio Urías, quien ahora buscara tener un papel importante en la Serie Mundial ante los Tampa Bay Rays.

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