Agencias.- Instituciones de investigación japonesas que desarrollan las vacunas contra el coronavirus, se han visto afectadas por ciberataques provenientes de China, informó el lunes CrowdStrike, la firma estadounidense de seguridad informática.
Las instituciones han sido blanco de ataques desde abril, pero no se han reportado hasta ahora filtraciones de información, según CrowdStrike, citado por el diario local Japan Times.
El Centro Nacional de Preparación para Incidentes y Estrategia de Ciberseguridad del gobierno japonés ha instado a los fabricantes de medicamentos y organizaciones de investigación a elevar los niveles de alerta contra tales intentos para robar información confidencial.
La firma estadounidense no reveló los nombres de las instituciones atacadas, pero dijo que sospecha que los ataques fueron perpetrados por un grupo de hackers chinos, de acuerdo con las técnicas empleadas.
Los ataques involucraron el envío de correos electrónicos con archivos electrónicos adjuntos los cuales contenían virus informáticos, según la compañía.
Scott Jarkoff, director responsable de la región Asia-Pacífico para CrowdStrike, señaló a ese medio que los intentos de espionaje liderados por los gobiernos se han intensificado en su búsqueda de desarrollar vacunas contra COVID-19, la enfermedad causada por el virus, antes que otros países.
Alrededor de 190 proyectos de vacunas están en marcha a nivel mundial, algunos de los cuales han entrado en las etapas finales de ensayos, según datos de la Organización Mundial de la Salud y otros organismos.
En Japón, la Universidad de Tokio, la Universidad de Osaka y el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, entre otros, se han sumado a la carrera por una vacuna contra el coronavirus.
La Agencia Japonesa de Investigación y Desarrollo Médico (AMED), patrocinada por el gobierno, tiene 20 proyectos de vacunas dirigidos por universidades y empresas privadas.
Las principales empresas farmacéuticas, incluidas Takeda Pharmaceutical y Daiichi Sankyo, han sido seleccionadas por dicha agencia para el desarrollo de la vacuna COVID-19, recibiendo 10 mil millones de yenes para cada proyecto, según AMED.
Pero aún se desconoce cuándo la primera vacuna COVID-19 desarrollada en el país tendrá un uso generalizado, mientras que algunos países extranjeros pretenden introducir las suyas antes de fin de año.
