Agencias.- Los resultados preliminares en Coahuila e Hidalgo, en donde el PRI lleva una gran ventaja, de acuerdo en los datos disponibles, no significan una derrota contundente para el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador ni un reflejo de lo que podría suceder 2021.
Analistas coincidieron en que, aun cuando los resultados sean confirmados en los conteos distritales y municipales, no necesariamente se trata de una derrota para Morena, pues lo que estuvo en juego es muy pequeño en comparación con las posiciones a jugarse el próximo año, cuando se votarán más de 21,000 puestos.
Sabino Bastidas, director general de Pensar Diferente Consultores, señaló que al ser elecciones pequeñas, éstas generalmente están condicionadas por los intereses de sus propios gobernantes.
“Lo que hay que concluir es que (el proceso electoral del domingo) es poco relevante, no condiciona el 2021 porque no es ni siquiera un escarceo”, comentó.
En Coahuila, con el 100% de las actas computadas, el PRI —el partido en el poder— se llevó los 16 distritos electorales en disputa, de acuerdo con el Programa de Resultados Preliminares (PREP). En cuanto al número de votos el PRI concentra el 49.12% Morena el 19.69% y el PAN 10.17%.
Mientras que en Hidalgo, el 100% de la actas computadas revelan que el PRI ganó 32 de los 84 ayuntamientos, el PRD 7, Morena 6; la coalición PAN-PRD 6, la alianza PT, Verde, Morena y Nueva Alianza 5, PAN 5, PES 5, Nueva Alianza 5, PT 4, PVEM 3 y un independiente se llevaba 1.
Aunque algunos líderes de Morena, consideren que los resultados del domingo son una derrota, para los expertos no necesariamente significa esto.
Para Nicolás Loza, investigador de La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), el resultado de esta elección no se puede comparar con la de 2018, donde Morena obtuvo más de 30 millones de votos, porque era una elección federal y estaba López Obrador en la boleta, en cambio si se compara con los propios resultados del partido en elecciones locales, en el caso de Coahuila, Morena se consolida como la oposición.
“En los procesos previos Morena no existía, el debut de Morena en Coahuila es en 2017 con elección a gobernador, donde de no haber existido, queda en tercer lugar y en términos de oferta de izquierda desbanca al PRD”, dice al señalar que el PAN era la segunda fuerza y en esta ocasión desciende al tercer lugar.
En Coahuila, particularmente con Morena queda en segunda fuerza, no puede verse como derrota, porque durante toda su historia el estado ha sido priista, señaló Nicolás Loza.
Los expertos explicaron que en los proceso locales generalmente la fuerza electoral de los partidos gobernante es mayor, y en ambas entidades el PRI gobierna con dos dirigentes que se han mantenido activos.
Gustavo López Montiel, politólogo del Tecnológico de Monterrey, explicó que en las elecciones del 2017, Morena incrementó mucho su votación al ser partido político nuevo, pero no lo suficiente para ser primera fuerza opositora, mientras que en las elecciones del domingo aunque bajó su votación, quedó en segundo lugar y superó al PAN.
“Si lo vemos en perspectiva, quien bajó en todos los sentidos fue el PAN. El PRI se mantuvo en los niveles que había tenido en elecciones locales, pero Morena si bien incrementó con elecciones pasadas locales, en votos bajó en estas”, comenta.
No obstante, para Bastidas los resultados no pueden ser un «termómetro» de lo que pasará con el PAN y con Morena en 2021, porque ambos están atravesando conflictos en sus dirigencias y al interior de los partidos.