Agencias.- Pese a que aún no ha sido aprobada una vacuna, cerca de 40 países y territorios de Latinoamérica y el Caribe aseguraron ya las dosis necesarias para una primera fase de inmunización ante la COVID-19, que hasta ayer ha causado en la región unas 400 mil muertes.
“Estamos apoyando a la región para que participe del mecanismo COVAX, que tiene como principal objetivo que todos los países reciban al mismo tiempo las vacunas cuando estén listas”, afirma Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS), al subrayar el historial de desigualdad en el acceso.
En el foro virtual “Cubriendo historias sobre las vacunas contra la COVID-19 en forma responsable y basada en evidencia”, Barbosa mencionó como ejemplo que “durante la pandemia de la influenza H1N1 (2009-2010), en Latinoamérica los países más pobres solo tuvieron acceso a las vacunas de 6 a 8 meses después que los países ricos”, una desigualdad que se quiere combatir con el Mecanismo COVAX.
Ese acceso es una creciente preocupación para Latinoamérica y el Caribe, que ayer registró 11.1 millones de contagios (25 por ciento del total global).
De acuerdo con la OMS, en este momento hay tres formas para obtener la vacuna: el acceso nacional, con acuerdos directos con los laboratorios fabricantes (Argentina, México y Brasil han tomado esta opción), el grupal -acuerdos regionales para el suministro- y el global, que es el que representa COVAX.
Dentro del mecanismo COVAX, al que también se han adherido México y Brasil, Latinoamérica y el Caribe registra en este momento cerca de 30 países o territorios autofinanciados (es decir con capacidad para comprar las vacunas) y 10 elegibles para recibir apoyo: Bolivia, Dominica, El Salvador, Granada, Guyana Haití, Honduras, Nicaragua, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.