Agencias.- Luego de que WhatsApp avisara a sus usuarios de que los datos se compartirán con Facebook, aunque no lo quiera el usuario, la noticia fue duramente criticada y provocara una polémica sobre la privacidad en la Red.
Como resultado se produjo una fuga de usuarios y se multiplicaron las descargas de Signal y Telegram en las tiendas de aplicaciones. Ambos servicios de mensajería prometen más privacidad que WhatsApp, Facebook Messenger y el SMS, pero existen grandes diferencias entre los dos.
Signal y Telegram se anuncian a sí mismos como aplicaciones privadas: ninguna es propiedad de una gran compañía tecnológica. Signal es propiedad de una organización sin fines de lucro, mientras que Telegram pertenece a una empresa con fines de lucro.
Tanto Signal como Telegram son aplicaciones de chat con todas las funciones estándar, desde ‘stickers’ hasta transferencias de fotos y archivos, llamadas de voz y video.
Las dos son gratuitas y un número de teléfono es todo lo que se necesita para registrarse. Ambas ofrecen versiones para iPhone, iPad y Android, así como de escritorio para poder chatear en una PC con Windows, Mac o sistema Linux.
En Signal todas las conversacionesy otras comunicaciones están por defecto cifradas de extremo a extremo entre los dispositivos que ejecutan la aplicación, lo que impediría a la empresa a cargo de la plataforma, Signal Foundation, acceder a los mensajes aunque quisiera.
La situación con Telegram es diferente. La aplicación no ofrece encriptación de extremo a extremo por defecto, pero su opción «chat secreto» permite enviar a otro usuario mensajes cifrados de extremo a extremo entre los dos dispositivos y sin pasar por la nube de Telegram.
De esta manera, todos los mensajes de Telegram están encriptados entre el usuario y el servidor del servicio de mensajería, pero la empresa a cargo de Telegram técnicamente podría ver los mensajes en su servidor si quisiera, a menos que se inicie un «chat secreto».
Además, en Telegram no existe la opción de tener un grupo de «chat secreto». Solo se puede obtener cifrado de extremo a extremo en las conversaciones entre dos personas.
A diferencia de Telegram, Signal ofrece chats grupales encriptados: todas las conversaciones en esta aplicación se almacenan de forma predeterminada únicamente en los dispositivos de sus miembros.
Asimismo, Signal es completamente de código abierto; tanto el código para sus clientes como el código para el servidor de Signal se pueden encontrar en GitHub. Mientras, el código de aplicaciones de Telegram es de código abierto, pero el ‘software’ de su servidor, no.
El periodista especializado en ciberseguridad Zak Doffman afirmó en un artículo para Forbes que todos conocen los pros y los contras de interactuar con una plataforma de Facebook y comparó varios aspectos de Telegram y Signal.
Telegram es administrado y financiado por el multimillonario ruso de las redes sociales Pável Dúrov y opera desde ubicaciones no reveladas. En sus primeros años, se hizo famosa como la plataforma elegida por disidentes y manifestantes y, desafortunadamente, también por criminales y extremistas, «todos buscando mantener sus comunicaciones fuera del alcance de las autoridades», señaló el experto.
A pesar de su falta de cifrado de extremo a extremo por defecto, Telegram dice que para acceder a los mensajes necesita claves de diferentes jurisdicciones, para frustrar así cualquier intento de las fuerzas del orden de un país para acceder al contenido. De acuerdo con Doffman, esto «da una buena idea de la filosofía original detrás de Telegram”.
Signal fue fundada por un investigador de seguridad que usa el nombre Moxie Marlinspike para su perfil público. Hasta 2018, la plataforma era bastante especializada, usada en su mayoría por expertos en algún tipo de campo de seguridad, destacó el periodista.
Más tarde, Brian Acton, uno de los fundadores de WhatsApp, dejó Facebook e invirtió 50 millones de dólares en Signal para ayudarla a generalizarse. Antes de la entrada de Acton, Signal era bastante complicada de usar, pero ahora, sus nuevas interfaz de usuario y características rivalizan con WhatsApp hasta en llamadas grupales y ‘stickers’.
Por otro lado, Telegram es de propiedad privada y se habla de una posible salida a bolsa para continuar financiando su crecimiento, mientras que Signal opera como una fundación sin fines de lucro. Ambas plataformas ahora se enfrentan a preguntas sobre cómo financiarán su crecimiento tan acelerado, ya que ejecutar un servicio de mensajería global con decenas de millones de usuarios (Signal) o cientos de millones (Telegram) no es nada barato, concluyó el experto.