-Inauguration Day, hoy a las 12 horas
-Blindado el Capitolio por la Guardia Nacional
-Joe Biden a Virginia y Donald Trump a Florida
A partir de hoy, después del mediodía, iniciará un nuevo mandato presidencial en los Estados Unidos de Norteamérica y, por consiguiente, una nueva era en la relación binacional entre México y la Unión Americana.
El evento de Inauguration Day o Día de la Inauguración (así se llama la ceremonia protocolaria del juramento del nuevo presidente) está programada a las 12 horas en el Capitolio de Washington D.C., con acceso restringido y bajo la vigilancia de 26 mil soldados pertenecientes a la Guardia Nacional.
Con la diestra en alto, JOE BIDEN protestará como Presidente en el país de las barras y las estrellas, y KAMALA HARRIS asumirá la Vicepresidencia. El mandatario número 46 de USA gobernará al menos durante los primeros 2 de 4 años del período constitucional con mayoría demócrata en la Cámara de Representantes y en el Senado.
Como es del dominio público, los disturbios en el Capitolio durante la ratificación de BIDEN como presidente electo al derrotar al republicano DONALD TRUMP, obligaron a reforzar la seguridad para evitar incidentes similares.
Vale la pena recordar que JOE BIDEN superó a DONALD TRUMP con más de 6 millones de sufragios populares, y obtuvo 306 de los 538 votos electorales. En el pasado proceso eleccionario TRUMP superó a HILLARRY CLINTON durante el recuento en el Colegio Electoral, aunque la demócrata obtuvo más de dos millones de boletas en las urnas, comparado con la captación del republicano.
Hoy por la mañana, en sus últimas horas de mandato constitucional, el magnate neoyorquino abandonará la Casa Blanca en el helicóptero y aeronave presidenciales, para trasladarse a su casa de descanso en el estado de Florida.
Tal y como lo había anunciado y en claro gesto de desaprobación, TRUMP no asistió al Día de la Inauguración en la ceremonia de relevo presidencial, de acuerdo al protocolo tradicional. BIDEN, acompañado de expresidentes, ya como nuevo presidente de la Unión Americana, se trasladó al Cementerio Nacional Arlington, en el estado de Virginia, para depositar una ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido, en el primer acto oficial como mandatario estadounidense.
Obviamente, los ciudadanos norteamericanos y el mundo entero permanecen a la expectativa acerca de los programas de trabajo y apoyo social que anunciará JOE BIDEN. Estímulos económicos, medidas migratorias y plan masivo de vacunación son las expectativas primordiales de los 330 millones de habitantes de ese país que han sufrido las consecuencias de la pandemia del coronavirus.
La entrega de cheques por mil 400 dólares a cada ciudadano y residente legal en los Estados Unidos, así como el relajamiento de reglas migratorias que permitan la legalización de más de 10 millones de indocumentados y aplicar la petición de ciudadanía con solo 8 años de residencia permanente, serían los anuncios de mayor impacto al inicio de la administración BIDEN.
Por tal motivo, la expectativa se ha incrementado entre los migrantes acampados en territorio mexicano, ante la posibilidad de que la nueva política migratoria les permita por lo menos agilizar los trámites burocráticos.
Por cierto, sobran las opiniones que asocian la caravana de migrantes hondureños dispersada en Guatemala, con una acción manipulada por intereses contrarios al Presidente demócrata.
También, ha trascendido información referente a DONALD TRUMP en el sentido de que pasó sus últimas horas como huésped de la Casa Blanca, solitario, enfadado y taciturno.
Respeto a la relación binacional entre México y los Estados Unidos, realmente no se aprecia un horizonte sombrío, salvo la controversia ocasionada por la detención y posterior liberación del General de División SALVADOR CIENFUEGOS ZEPEDA, secretario de la Defensa Nacional durante el sexenio de ENRIQUE PEÑA NIETO.
Los fiscales de ambos países habrán de atender lo conducente, bien sea en sus respectivos tribunales o bien ante cortes internacionales.
DESDE EL BALCÓN:
I.-En Tamaulipas, el match eleccionario PAN-Morena tiene una particularidad en común: la disputa por la supremacía legislativa.
Morena tiene que trabajar a fondo para conseguir el mayor número de los diputados en los nueve distritos electorales federales, en atención a la prioridad del gobierno de la Cuarta Transformación.
Del mismo modo, el PAN-gobierno deberá ir con todo para mantener la mayoría en el parlamento cuerudo que permita desahogar sin contratiempos las iniciativas del Ejecutivo.
Sin embargo, el caso concreto de H. Matamoros adquiere especial relevancia, como consecuencia de las diferencias políticas entre el gobierno de la 4T y el de los Vientos del Cambio.
La competencia promete que será de pronósticos reservados a pesar de la alianza PAN-PRI.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx