Agencias.- Autoridades militares resguardaron la distribución de la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 que recibirán los empleados de instituciones oficiales del sector salud, dirigido principalmente a quienes laboran en contacto directo con los pacientes contagiados.
El medicamento viene destinado a cado trabajador de la salud, de acuerdo a su matrícula o su número de contrato, de ahí que no sería posible, al menos en teoría, que alguien pretenda desviar su destino a otra persona, sin que sea detectado.
A nivel nacional han trascendido varios casos, donde se han sancionado a funcionarios de alto nivel de las instituciones como el IMSS.
Aquí en Matamoros se presento inconformidad del personal del Hospital General “Dr. Alfredo Pumarejo” ya que fueron inmunizados a varios empleados administrativos, incluso antes que al personal de emergencias y del área Covid.
Gracias al apoyo de las Fuerzas Armadas, cada lote del fármaco llegó a su lugar de arribo previsto, y se confía en que se continúe con el proceso de aplicación sin incidentes.
Precisamente por el manejo confidencial que hacen las autoridades militares, poco se ha conocido del desarrollo de la vacunación, salvo por lo que comparten los mismos empleado de la salud, que cabe mencionar, no están del todo de acuerdo, por ejemplo los de la unidad de medicina familiar 36 del IMSS, que presionaron con la suspensión del servicio a los pacientes hace unos días, porque no los habían vacunado.
Las autoridades, al menos oficialmente, no han dado a conocer el proceso de este procedimiento, si el personal vacunado ha presentado alguna reacción importante, sólo lo que circula en redes sociales, donde se mencionaba el caso de tres enfermeros del Hospital General de Zona número 13 del IMSS, que habían presentado reacciones leves.
