Agencias.- Las repúblicas exyugoslavas de Serbia, Bosnia y Croacia viven actualmente su propio «MeToo», es decir, una ola de denuncias por supuestos abusos sexuales a mujeres después de que una actriz serbia acusara públicamente al conocido profesor y director de cine Miroslav Aleksic de haberla violado de forma reiterada cuando era su alumna.
Este caso dio paso en apenas 15 días a otros miles de testimonios sobre la violencia sexual en toda la región, impulsando iniciativas locales y regionales para prevenir este tipo de abusos en el futuro.
La denuncia de Milena Radulovic, de 26 años, en un diario serbio el pasado 16 de enero alentó a otras veinte jóvenes a sumarse a la denuncia judicial contra Aleksic, de 68 años y propietario desde 2004 de una prestigiosa escuela de actuación en Belgrado, cerrada tras el estallido del escándalo.
El director serbio, que niega las acusaciones, fue detenido poco después, acusado de violación y abuso sexual contra al menos seis de sus alumnas entre los años 2008 y 2020.
«Fue un manipulador que construía sus relaciones con las alumnas desde la posición de padre, desde una autoridad incuestionable», relató Radulovic, quien decidió contar públicamente su historia para «impedir que más niñas pasen por una situación de temor, vergüenza, humillación y culpa» como la suya.
La ministra de Cultura serbia, Maja Gojkovic, elogió a la actriz por haber desencadenado «una avalancha con su valentía», al tiempo que describió lo sucedido como «el primer caso Harvey Weinstein de Serbia», en referencia al famoso productor de cine de Hollywood, condenado el año pasado a 23 años de cárcel por abusar sexualmente de varias actrices.
CONDENAS A LA VÍCTIMA
Sin embargo, los relatos de las actrices fueron recibidos por la opinión pública también con cierto escepticismo, expresado en comentarios negativos y despectivos en las redes sociales.
La psicóloga de la ONG «Centro Femenino Autonómico», Tanja Ignjatovic, explicó a Efe en Belgrado que la sociedad serbia es «patriarcal y conservadora», por lo que los comentarios negativos «muestran que no se entiende ni el fenómeno ni a la víctima».
«Como sociedad no hemos estado preparados para aceptar que esta es la experiencia de muchas (chicas), en instituciones en las que hay niños y jóvenes», apuntó Ignjatovic.
De hecho, la propia ministra de Cultura serbia vaticinó al inicio del debate: «Aún tenemos un gran desafío ante nosotros».
MILES DE TESTIMONIOS EN BOSNIA
El caso de Radulovic -que ha actuado en películas serbias pero también extranjeras- no solo se ha limitado a Serbia sino que ha inspirado a cuatro actrices de Sarajevo, en la vecina Bosnia-Herzegovina, a formar un grupo en Facebook y una página en internet dedicados a las víctimas de la violencia sexual.
Una de las fundadoras, Asja Krmanovic, explicó a Efe que bautizaron su página como «¡No lo pedí!», en respuesta a los «comentarios misóginos» y las acusaciones de victimización que se extendieron por las redes sociales de la región, con comentarios como que «ella misma lo había pedido».
Mujeres abusadas sexualmente por sus padres, jefes o vecinos comparten en esos grupos sus testimonios, muchos sobrecogedores no solo por los actos descritos, sino también por la falta de reacción de las instituciones públicas, el entorno hostil y las consecuencias psicológicas que las víctimas están sufriendo y probablemente sufrirán de por vida.
«En solo diez días recibimos alrededor de 4,000 testimonios de personas que pasaron por diversas formas de abuso y maltrato sexual», explicó Krsmanovic.
«La violencia es omnipresente en todos los poros de nuestra sociedad, está normalizada y profundamente arraigada. Ni una sola profesión o actividad está excluida», aseguró la activista.
NUEVOS PROTOCOLOS UNIVERSITARIOS
Tras la ola de denuncias, las universidades de varias ciudades de la región formaron comisiones éticas y protocolos de seguridad para que las estudiantes puedan denunciar la violencia.
«Es importante que se hable públicamente por primera vez acerca de la misoginia y el abuso sexual en esta región. Diríamos que la consciencia sobre el problema se va despertando paulatinamente», señala Krsmanovic.
Bajo el nombre «Eres importante», otro grupo de Facebook surgido recientemente en Croacia, acumula ya decenas de denuncias.
«Hasta ahora hemos recibido 29 denuncias de estudiantes contra nueve profesores que trabajan en la Academia y a seis que ya no trabajan», confirmó a Efe la decana de la Academia de Artes Dramáticas de Zagreb (ADU), Franka Perkovic Gamulin.
Todas las denuncias han sido presentadas a la fiscalía del Estado y serán consideradas también por la comisión competente de la ADU, que puede dictar desde amonestaciones hasta despidos.
LEGISLACIÓN INADECUADA
«Este movimiento regional ‘MeToo’ es un acontecimiento social muy importante, que puede aportar toda una serie de consecuencias positivas, desde la sensibilización del público, hasta los cambios legislativos necesarios», explicó a Efe Kristina Mihaljevic, de la ONG «Habitación femenina», dedicada a los derechos de las mujeres en Croacia, un país que a diferencia de Serbia y Bosnia Herzegovina forma parte de la Unión Europea (UE) desde 2013.
En este sentido, hay iniciativas para cambiar el código penal croata y ampliar el plazo de presentación de denuncia por parte de la víctima, que es de solo 90 días, así como poder presentar la acusación de oficio.
Según la ONG croata, uno de cada cinco niños ha sufrido algún tipo de violencia sexual, casi la mitad de las jóvenes y mujeres sufren acosos sexuales diariamente en las escuelas, facultades o en sus puestos de trabajo, pero solo un 5 % de esos casos se denuncian.