Agencias.- El expresidente Felipe Calderón ha sumado este inicio de año una nueva línea a su extenso currículum: el michoacano ahora es “jefe de campaña” de los precandidatos de Acción Nacional identificados con el fallido partido político México Libre.
Fuentes cercanas a la expareja presidencial narran que, desde que arrancó este 2021, el archienemigo del presidente Andrés Manuel López Obrador pasa una buena parte de su tiempo creando estrategias en su casa en la colonia Las Águilas, al poniente de la Ciudad de México, para asegurarse que sus cercanos ganen sus contiendas electorales.
Es un tema que, nos cuentan, apasiona al hombre que gobernó al país entre 2006 y 2012: Felipe Calderón puede pasar largas horas en su estudio, incluso hasta la madrugada, revisando plataformas electorales, haciendo garabatos en las hojas que están sobre su escritorio, inspeccionando análisis electorales y buscando la mejor manera de resaltar las cualidades de los candidatos que se han mantenido a su lado.
En los hechos es el jefe máximo del cuarto de guerra de su esposa Margarita Zavala –aspirante a la diputación federal del distrito 10 de la Ciudad de México– a quien aconseja frente a sus amigos y cercanos colaboradores sobre cómo ganarle a la ola morenista en la capital mexicana.
Es tanta la dedicación que Felipe Calderón le ha puesto a su nuevo rol como estratega electoral que ha estudiado a detalle aquel distrito para saber, colonia por colonia, dónde están los puntos fuertes donde su esposa tiene casi asegurado el voto y dónde tiene posibilidades de arrebatar el triunfo –casilla por casilla– al oficialista Javier Hidalgo.
“El expresidente ya tiene un mapa del distrito, ya pidió una lista de los líderes vecinales más destacados para reunirse con ellos en el futuro e, incluso, a muchos de sus amigos y de su esposa que viven en Lomas de Chapultepec o Polanco ya los han contactado para saber qué compromisos quieren de Margarita”, asegura una fuente cercana.
Por otro lado, la ex primera dama, cuenta la fuente, suele escuchar con atención a su esposo, anota sus ideas, las discute con su equipo y, si discrepa, lo hace notar abiertamente.
“Felipe (Calderón) es más de imponer sus ideas a sus equipos; Margarita (Zavala) es distinta. Ella valora mucho la opinión de su esposo, pero si a sus colaboradores no les gusta una idea, ella desecha el consejo… aunque no pasa seguido. Llevan muchos años trabajando como un equipo y casi terminan las frases del otro. Piensan muy parecido”.
El exsecretario de Energía también es un influyente consejero en la campaña de su amigo Francisco Ramírez Acuña, exgobernador de Jalisco, quien lo “destapó” en 2005 como aspirante presidencial y, en recompensa, el michoacano lo premió con la Secretaría de Gobernación.
Ramírez Acuña también quiere el distrito 10, pero el de Jalisco, que tiene como cabecera el municipio de Zapopan, un viejo bastión que Acción Nacional quiere recuperar este año.
La voz de la experiencia del expresidente también se escucha fuerte en la campaña del coahuilense Jorge Zermeño, quien como presidente de la Cámara de Diputados (2006) permitió que Felipe Calderón tomara posesión como titular del Poder Ejecutivo, en una convulsa ceremonia que casi boicotean los legisladores de izquierda.
Jorge Zermeño después sería premiado como embajador de México en España y este 2021 quiere regresar a la política como diputado por Torreón, donde ha sido presidente municipal.
Y nos cuentan que las ideas del exmandatario tienen un peso importante en el cuarto de guerra de Jorge Luis Preciado, quien buscará ganar la alcaldía de Manzanillo, Colima, un estado donde ya fue senador de la República y aspirante a gobernador.
Otros prominentes calderonistas que no harán campaña electoral, pero sí están en la lista de candidatos plurinominales del PAN, se mantienen en comunicación constante con Felipe Calderón, a quien también piden consejos para llevar la mayor cantidad de votos a los amigos de la expareja presidencial.
Uno de esos personajes es Héctor Larios, el actual secretario general de Acción Nacional y coordinador de la bancada panista durante el primer trienio de Felipe Calderón como presidente.
Otra es Cecilia Romero, quien en la administración calderonista fue la titular del Instituto Nacional de Migración, ahora es consejera vitalicia del PAN y es identificada como integrante del ala más conservadora del partido blanquiazul.
Todos ellos han formado un bloque común con el que buscarán consolidar un frente amplio de diputados y alcaldes en ciudades clave para fortalecer el movimiento político de los Calderón-Zavala y catapultarlos a una candidatura presidencial de cara al 2024.
La nueva faceta de Felipe Calderón como jefe de campaña, nos cuentan, tiene muy animado al michoacano: su equipo cercano asegura que, como muchos políticos, las temporadas electorales lo llenan de energía.
Si no está hablando por teléfono y agendando alguna comida con sus amigos y aliados más cercanos, el expresidente está atento a lo que sucede en Twitter, su red social preferida que lo mantiene aferrado a su celular.
Discute estrategias, revisa sondeos, reenvía tuits a sus aconsejados con ideas sobre spots o discursos emotivos e, incluso, anota fragmentos de series o películas que pueden inspirar un momento memorable en las campañas de sus incondicionales.
“Es lógico que alguien como él no quiera ver las elecciones desde la barrera”, dice la fuente consultada. “Él quiere sentir que sus ideas pueden darle una estocada a Morena”.
