Agencias.- Por cinco temporadas, desde su debut en 2016, el pitcher mexicano Julio Urias ha tenido la promesa de ser unos de los “ases” en la rotación permanente de abridores de los Dodgers, y todo indica que con la llegada de Trevor Bauer, ese peregrinar entre el bullpen y la rotación puede seguir al menos en 2021.
Las estadísticas y su desempeño en la lomita en años previos provocan lanzar una pregunta al aire, ¿podrá el zurdo sinaloense ocupar el quinto y último lugar disponible en la rotación en 2021? De que puede, puede.
Pero que el manager Dave Roberts —de acuerdo con lo reflejado en sus decisiones en años anteriores— lo tenga definido al 100 por ciento, no creo. Y es más, los números indican que se ve muy difícil que eso pase.
¿Por qué? En contra tiene dos factores, tiende a llenarse de lanzamientos muy temprano en el juego y pocas veces ha llegado a un sexto inning en 38 partidos que ha iniciado en rol regular en cinco temporadas. Y solo dos veces ha podido sacar un out en una séptima entrada como abridor.
Y se ha visto mucho mejor cuando llega del bullpen a relevar —y lo reafirmó en la pasada postemporada.
Solo queda un hueco en la rotación de abridores de los Dodgers, pues el recién llegado Trevor Bauer, junto con el futuro Salón de la Fama Clayton Kershaw, Walker Buehler y David Price, tienen su lugar asegurado. El lugar vacante se supone lo peleará Urías junto con Dustin May y Tony Gonsolin, entre otros pocos nombres, de acuerdo con Roberts y analistas.
Y conociendo al manager Roberts, e inclinando más la balanza por las estadísticas que rigen el juego, en la mente del manager de Dodgers debe estar como candidato natural a ser el preparador o bien cerrador, si Kenley Jansen no puede hacer el trabajo en el arranque de la temporada 2021.
Cierto, Urías cuenta con un año más de experiencia, tiene ya 24 de edad, viene de una temporada invicta —desde pretemporada hasta Serie Mundial—, pero en su contra para ser abridor también está la interrogante de saber si en una temporada de 162 partidos puede abrir de 32 a 34 juegos lanzando al menos hasta el séptimo episodio en la mayoría de ellos.
En 5 años ha lanzado 239 episodios en 74 partidos —perdió muchos juegos por una cirugía Tommy John y una suspensión administrativa por violencia doméstica. Si abre 32 juegos en 2021 con promedio de 6 innings por juego, sumará al menos 192, cuando no ha llegado a 80 en una campaña en cinco previas— 79.2 en 2019.
Y a como lo han llevado los Dodgers en su carrera —sobre todo Roberts que no vacila en removerlo de la loma cuando abre juegos en la cuarta o quinta entrada— se vislumbra otra campaña para el zurdo sinaloense como las anteriores.
Los números son claros en rol regular en 5 años. En 38 aperturas su ERA es de 3.61 en 172 entradas, para promedio de 4.5 por juego, 161 hits admitidos, 13 jonrones, 65 bases por bolas y 165 ponches. WHIP de 1.31 y los rivales le batean .248. Récord de 8-5.
Como relevo en 36 encuentros compila efectividad de 2.15 en 67 episodios (1.8 por juego), solo cinco jonrones permitidos entre los 48 hits que le han dado, 25 pasaportes, 67 ponches, WHIP de 1.09 y los rivales le batean apenas .197. Marca de 4-2 y cuatro salvamentos.
Solo en pretemporada —no cuenta 2021— desde 2014 los números le favorecen como abridor, al tener marca de 5-0 y efectividad de 0.98 en 11 aperturas, en 27.2 entradas con 11 hits admitidos, seis bases por bolas y 26 ponches, En ocho relevos tiene 1-1 y 7.36 de ERA, con 14 imparables, ocho pasaportes y 12 ponches en 11 entradas.
Solo en dos partidos en su carrera ha sacado un out en una séptima entrada, el 9 de mayo de 2017 previo a lesionarse el brazo de lanzar en junio de ese año que requirió de la cirugía Tommy John, 27 de junio de 2017— y la campaña pasada el 13 de agosto.
Como abridor en su carrera ha realizado 2 mil 989 lanzamientos en 38 juegos, de acuerdo con Baseball Reference, un promedio de 78.5 en cada uno, mientras que como relevo suma mil 116 en 36 partidos, para un promedio de 31 por encuentro.
En postemporada, como abridor tiene marca de 1-1, efectividad de 4.73 en tres aperturas, con 13.1 innings lanzados, 11 hits, cuatro jonrones, cinco bases por bolas y 18 ponches. WHIP de 1.20 y bateo del rival de .216.
Como relevo todo cambia a marca de 5-1 y un salvamento en Serie Mundial que dio el campeonato a Dodgers en 2020, una efectividad de 1.78 en 15 cotejos, con 25.1 entradas, 13 imparables, un vuelacercas, cuatro pasaportes y 21 “chocolates”. WHIP de 0.67 y bateo del rival de 1.51.
¿Cuál será su rol en 2021? Un poco de abridor, en sustitución de algún lastimado, y el de preparador para Jansen le cae como anillo al dedo. Roberts tiene la última palabra.