Agencias.- El día más esperado por los seguidores de Meghan Markle y el Príncipe Harry ha llegado, este domingo los Duques de Sussex ofrecieron la primera entrevista desde su salida de la familia real británica y su llegada a Los Ángeles. Meghan y Harry fueron entrevistados por la cadena CBS y Oprha Winfrey, quien es su amiga y vecina. La entrevista se transmitió este domingo a las 19:00 horas y se dice que se vendió por cerca de siete millones de dólares, aunque Meghan lo negó en la entrevista.
Meghan apareció en un vestido negro de maternidad, abrazó a la distancia a Oprah y aseguró que en compañía de su esposo le anunciaría el sexo del bebé que espera. Oprah comentó que se encontraban en el jardín de un amigo, un punto medio para ambos y perfecto para mantener la distancia social. Al inicio, Meghan le contó a Oprah todos los detalles de cómo fue su boda. Al hablar sobre el día de su boda, Meghan dice que fue como “tener una experiencia extracorporal”. Ella reveló que durmió toda la noche antes de su boda y cuando se despertó, escuchó la canción “Chapel of Love”, aunque sabía que uno de los días más esperados era algo ajeno a ella y a Harry. “Creo que ambos éramos realmente conscientes, incluso antes de eso, este no era nuestro día. Este fue el día que se planeó para el mundo “, dijo.
Meghan también compartió que no tenía una buena relación con su concuñada Kate Middleton, esposa del Príncipe William, Duque de Cambridge, y sobre eso, la esposa del Príncipe Harry aclaro un rumor sobre si había hecho llorar a Kate durante los preparativos de su boda. “Eso no es cierto”, dice Meghan. De hecho, agrega, “sucedió lo contrario, ella me hizo llorar a mí”. “Unos días antes de la boda, estaba molesta por los vestidos de niña de las flores y eso me hizo llorar”, afirma Meghan. Sin embargo, dijo: “No creo que sea justo para ella entrar en los detalles de eso, porque se disculpó”, pero aclaró que la parte difícil fue ser “culpada por algo que no hice, pero que me pasó a mí”.
La actriz también habló de la primera vez que vio a la Reina Isabel II y abuela de Harry. Ella aseguró que “no hubo una gran formalidad la primera vez que conocí a Su Majestad la Reina”. En ese momento, según cuenta Meghan, el Príncipe Harry le preguntó si sabía cómo hacer una reverencia, y ella respondió: “¿Qué?”. Además cuenta que le dijo a Harry: “Pero es tu abuela” y él en ese momento le respondió: “Pero es la reina”. Fue ahí cuando aseguró que no pensó que eso pudiera suceder allí adentro, por lo que tuvo que practicar la reverencia.
En la entrevista, Meghan aprovechó para hablar de su embarazo y dijo que fue ahí cuando se dio cuenta de su realidad. Según ella su hijo no iba a ser tratado como un príncipe ni le darían seguridad. Meghan asegura que ella fue mesera, actriz, duquesa, pero sobretodo mamá, por eso su profunda molestia porque sabía que su hijo no iba a ser considerado como un príncipe, simplemente por un tema de raza; aseguró que iban a cambiar las normas solo para que su hijo no tuviera el título que le correspondía.
La Duquesa de Sussex reveló en exclusiva que los integrantes de la Familia Real estaban preocupados por el color de piel y qué tan oscura sería la piel del hijo que tendría con el príncipe. “En los meses de mi embarazo, durante ese tiempo, supe que no le darían seguridad ni el título y se temía sobre el color de su piel, qué tan oscura sería su piel”, dijo. A lo que Oprah le pregunta: “¿Quién le dijo eso?”. Meghan señaló que sería muy dañino contestar esa pregunta y prefirió reservar el nombre.
Sin duda alguna, uno de los momentos más reveladores fue cuando Meghan Markle reconoció que consideró suicidarse. La duquesa dijo que pidió ayuda e inclusive ser hospitalizada, pero se le negó. A su esposo Harry le dijo: “No quiero vivir más”. Aseguró que temía quedarse sola y hacerse daño. Meghan también reveló que cuando Kate, su concuñada, fue fotografiada durante el embarazo, fue elogiada como una futura madre cariñosa, pero cuando ella fue fotografiada haciendo lo mismo, los medios británicos la acusaron de “orgullo o vanidad”. Dijo que no sabía por qué había una diferencia en los estándares para ella y Kate. Además, Meghan Markle sugirió que durante su estadía en el Palacio de Buckingham, prácticamente estuvo secuestrada. “Cuando me uní a la Familia Real fue la última vez que vi mi pasaporte”, agregó.