Agencias.- China ha revelado planes durante los próximos cinco años para expandir su programa experimental de modificación del clima, que cubrirá con lluvia artificial un área mayor que el tamaño de la India. El objetivo es expandir su capacidad de operaciones en este área de forma sustancial.
El Gobierno chino planea ampliar su programa de lluvia o nieve artificial para llegar a cubrir 5.5 millones de kilómetros cuadrados en 2025, casi el 60 por ciento de su territorio, más de 1.5 veces el tamaño total de la India y casi tres veces México.
De acuerdo con una declaración del Consejo de Estado, China tendrá un «sistema desarrollado de modificación del clima» para 2025, gracias a los avances en la investigación fundamental y las tecnologías clave, así como a las mejoras en la «prevención integral contra los riesgos de seguridad».
El Consejo de Estado dijo que la modificación del clima se «intensificará» en las áreas de mitigación de la sequía, el granizo, los incendios y las altas temperaturas, mientras que también ayudará a la producción agrícola y preservará las áreas ecológicamente protegidas.
China ha buscado durante mucho tiempo controlar el clima para proteger las áreas agrícolas y garantizar cielos despejados para eventos clave: sembró nubes antes de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 para reducir el smog y evitar la lluvia antes de la competencia.
Las reuniones políticas clave celebradas en la capital china son conocidas por disfrutar de hermosos cielos despejados, gracias tanto a la modificación del clima como al cierre de fábricas cercanas.
Como concepto, la siembra de nubes ha existido durante décadas. Funciona inyectando pequeñas cantidades de yoduro de plata en nubes con mucha humedad, que luego se condensa alrededor de las nuevas partículas, volviéndose más pesadas y eventualmente cayendo en forma de precipitación.
Algunos expertos han especulado que el éxito en la modificación del clima podría llevar a China a adoptar proyectos de geoingeniería más ambiciosos, particularmente porque el país sufre los efectos del cambio climático.
Soluciones radicales como sembrar la atmósfera con partículas reflectantes podrían, en teoría, ayudar a reducir las temperaturas, pero también podrían tener importantes consecuencias imprevistas, y muchos expertos temen lo que podría suceder si un país experimentara con tales técnicas.
