Polémicas declaraciones de obispo no son la causa de renuncia

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Monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo Metropolitano de Monterrey
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La declaración de «usar cubrebocas es no confiar en Dios» no tiene nada que ver con la renuncia del Obispo Antonio González Sánchez a la Diócesis de Victoria y su salida obedece a un tema de salud, afirmó el Arzobispo Metropolitano de Monterrey, Monseñor Rogelio Cabrera López.

El recién nombrado Administrador Apostólico de Ciudad Victoria, en rueda de prensa, señaló que viene con la tarea de preparar convenientemente al pueblo, a los sacerdotes, para recibir al Obispo que en su momento oportuno sea elegido para esta sede de Ciudad Victoria.

Tras referir que los tiempos de duración de esta sede vacante nadie los puede prever, calificó la renuncia de González Sánchez  como «una señal de grande responsabilidad».

«Yo le agradezco que de su puño y letra haya presentado al Santo Padre su renuncia».

Cabe señalar que el ahora encargado de la Diócesis de Victoria adelantó que a partir de hoy o mañana según el calendario de trabajo de la nunciatura iniciarán los trabajos para nombrar al nuevo Obispo de la Diócesis de Victoria.

Al detallar el procedimiento para el nombramiento del nuevo Obispo, señaló; «primero envían a los obispos a los cuales se tienen que consultar generalmente a los de la región, a los de la zona, también a los cardenales, y a los que tienen algún cargo importante en el Episcopado les preguntan sobre quién podría ser el sucesor».

«Ahí se incluye a sacerdotes, obispos ya ordenados, auxiliares o titulares para escoger una terna;  después de que la Nunciatura recibe las informaciones y las propuestas que pueden ampliarse porque se consulta a hombres y mujeres laicos, religiosas, presbíteros y se presenta una terna», agregó.

Cabrera López dijo que después de que la Nunciatura recibe las propuestas se presenta una terna que se le presentará al Santo Padre.

«Allá en Roma revisan el expediente de los que aparecen en la terna o cuatro candidatos y se lo presentan al Papa y el Papa decide de los candidatos cuál es el más conveniente, para en este caso para Ciudad Victoria».

Cabe señalar que  Cabrera López anticipó que el proceso de nombramiento del nuevo Obispo de la Diócesis de Victoria tardará de seis a nueve meses.