Agencias.- Florentino Pérez se traicionó a sí mismo cuando el verano pasado, por primera vez en 30 años, el Real Madrid no hizo ningún fichaje en el mercado de transferencias.
Desde 1980 no se producía tal hito. Y eso, en un club regido por el propio Florentino, es histórico. La pandemia hizo estragos en la economía de los grandes equipos y los blancos optaron por un proyecto conservador y de continuidad que, hasta la fecha, les ha valido para estar en los cuartos de final de la Champions League y seguir en la lucha por el título liguero a 10 jornadas de terminar la campaña.
Sin embargo, y echando la vista a la primera etapa de Florentino Pérez como presidente, este detalle tiene aún más notoriedad. Y es que el actual dueño de los destinos madridistas llegó al Santiago Bernabéu con los galácticos bajo el brazo. Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham… Impuso un estilo a base de talonario que aupó al club a lo más alto del escaparate mundial. Algunos casos salieron bien, otros no tanto.
Cuando Florentino abandonó su retiro y volvió en 2009 a la presidencia del club, se inició la segunda etapa galáctica. Huyendo de esa etiqueta, Florentino repitió el modelo con Cristiano Ronaldo, Benzema y Kaká. Tres fichajes de relumbrón internacional que permitieron al Real Madrid, de la mano de Mourinho, Ancelotti y Zidane, hacer frente a la mejor etapa del Barça en su historia. En este caso, salvo Kaká, que por lesiones mal tratadas no funcionó, el club consiguió cuatro Champions en apenas cinco años.
Pero Florentino quiere más. Tras el descanso a la hora de fichar esta temporada, el futuro más inmediato le obliga a hacer números y sacar una partida presupuestaria para contentar a la afición (y a Zidane) con algún fichaje. Y entran en escena Mbappé, Haaland y, si ninguno funciona, incluso Cristiano Ronaldo.
El sueño es Kylian Mbappé, pero la operación sigue estancada. Su precio, astronómico, es inasumible para ningún club, salvo que el PSG no consiga renovar a su jugador y no le quede otra que rebajar su precio para evitar que en 2022 se pueda marchar gratis. Nada se sabe del futuro de Mbappé y el Madrid, que espera un guiño público del delantero, empieza a tirar la toalla y a mirar otra alternativa.
Ahí entra la figura de Erling Haaland. Más barato que Mbappé, es una opción que gusta a Florentino por potencial y rendimiento inmediato. Además, en las oficinas blancas saben que al noruego le seduce la idea de jugar en el Bernabéu. Sin embargo, la operación sigue siendo difícil por la situación económica post pandemia, aunque el Madrid ya se ha visto con el padre del jugador y con su agente, Mino Raiola.
La reunión, según fuentes de la misma contaron a ESPN, se desarrolló de una forma “cordial” y con el objetivo de saber las intenciones de ambas partes. Por un lado, tanto Raiola como el padre de Haaland querían saber la predisposición y los planes del Real Madrid. Por otro lado, Florentino Pérez quería conocer de primera mano la situación del jugador si finalmente los blancos se deciden a apostar por Haaland como pieza del futuro para los de Zidane.
En caso de querer fichar a Haaland, el Real Madrid entiende que tiene una ligera ventaja sobre el Barcelona por la buena relación que Florentino Pérez tiene con el presidente del Borussia Dortmund y, además, porque los madridistas entienden que tienen una situación económica mejor que la de los culés. Eso sí, también se cree que el Manchester City lleva más tiempo haciendo los deberes…
Y luego está la opción el retorno de Cristiano Ronaldo. El portugués, decepcionado con su aventura italiana, estaría loco por volver a Madrid. En la Casa Blanca rechazan la opción. Primero, porque se entiende que segundas partes nunca fueron buenas. Y, segundo, porque no es una prioridad. Sin embargo, si finalmente no se puede contratar a Mbappé o Haaland, que nadie descarte la posibilidad del retorno de CR7…
La época 3.0 de los galácticos ha comenzado y sólo Florentino Pérez sabe qué ocurrirá. El Real Madrid lleva tiempo trabajando y este verano presentará caras nuevas. ¿De quién se tratará? Esperaremos… E informaremos.
