Agencias.- Ante la implementación de la segunda etapa de la NOM-51 que prohíbe colocar personajes animados en productos alimenticios, expertos señalan que estas medidas no dan resultados positivos para combatir los niveles de obesidad en México.
Investigadores de la Facultad de Enfermería y Nutriología de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), señalan que utilizar personajes o colores en los empaques de ciertos productos sólo es una estrategia de marketing, puesto que las personas consumen este tipo de productos por el tipo de alimentación que tienen.
«Mientras no sea una prioridad para nosotros cuidar nuestra alimentación, no habrá manera, ni regulación que alcance para cambiar conductas que se basan en nuestras decisiones», expuso Octavio Acosta Montes, investigador y catedrático de la UACH.
Sin embargo, ante la opinión pública, las nuevas reglas de la NOM 51 no tienen mayor impacto en el consumo local, pues aseguran que no habrá un efecto verdadero en la alimentación de los menores.
Hay que mencionar que de acuerdo con la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope), las ventas de productos empacados en 2020, sólo en la Ciudad de México, ascendieron a 4 mil millones de pesos por mes, es decir, no hubo una disminución en la compra de dichos alimentos.
No obstante, señala la Canacope, que las medidas de la NOM-51 sólo afectan a los comercios pequeños, como las tiendas de abarrotes, las cuales mantienen un 60 por ciento de sus ventas gracias a productos empacados.
También, la Cámara de Comercio afirmó que es necesario implementar recursos educativos a nivel básico para crear mejores hábitos alimenticios y no confiar sólo en esta medida.
Hay que mencionar que México no es el único país que ha aplicado el etiquetado frontal, esta medida ya había sido implementada en Chile, donde no hubo los resultados esperados, puesto que la reducción fue del 23 por ciento en la compra de bebidas altas en azúcares.
Además, estudios en Chile señalan que la reducción en términos relativos fue mayor en familias de más ingreso, en las que es común un mayor grado de educación nutricional.