Agencias.- Misiones a Marte, astronautas yendo y viniendo de la Estación Espacial Internacional, el programa espacial cada vez más ambicioso de China. Las noticias relacionadas con el espacio fluyen, y no provienen solo de las naciones más grandes y ricas del mundo. También de América Latina.
El 17 de febrero, el Congreso de Nicaragua, una de las naciones de la región más pobre y propensa a los conflictos, aprobó una ley para crear una agencia espacial. Costa Rica, conocida por su relativo crecimiento y estabilidad, hizo lo mismo el 18 de febrero, el día en que el explorador Perseverance de la NASA aterrizó en Marte.
En octubre del año pasado, México y Argentina firmaron un acuerdo para la creación de la Agencia Espacial Latinoamericana y del Caribe (ALCE), con el objetivo de construir y desarrollar tecnología propia que ayude en el progreso de todas las naciones de la región.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, señaló que es momento de que Latinoamérica pueda progresar y no se quede más rezagada en comparación con los países del primer mundo, por lo que esperan poner su primer satélite en orbita para 2022 0 2023.
Los beneficios potenciales del espacio son tentadores para muchos países con recursos escasos. La tecnología satelital, las asociaciones internacionales, el orgullo nacional y el desarrollo local, atraen. Inevitablemente, los críticos opinan que es un despilfarro, un proyecto de vanidad, una distracción de los problemas urgentes.
La gente siempre se pregunta cuál es el sentido de que países con problemas socioeconómicos decidan invertir en un programa espacial, de acuerdo con Temidayo Oniosun, director gerente de Space in Africa.
“En primer lugar, la mayoría de los países en desarrollo están interesados principalmente” en las tecnologías espaciales para abordar los desafíos del desarrollo, dijo Oniosun en un correo electrónico a The Associated Press. Algunos quieren un satélite de comunicaciones “porque ofrece un excelente rendimiento de la inversión y ayuda a cerrar la brecha digital. Es por eso que rara vez se ve a un país en desarrollo hablar de exploraciones espaciales (Luna, Marte, etc.) y esas cosas”, agrega el experto.
El crecimiento de la industria espacial comercial y las perspectivas de acceso mundial a internet desde constelaciones de satélites podrían ayudar cada vez más a los países que carecen de cobertura. Los datos satelitales también pueden orientar el desarrollo de los cultivos, ayudar a la industria y la gestión de desastres naturales, rastrear el clima y otras condiciones relacionadas con enfermedades.
Nicaragua parece estar consciente del escepticismo sobre su nueva Secretaría Nacional para Asuntos del Espacio Ultraterrestre, la Luna y Otros Cuerpos Celestes, la cual estará dirigida por militares.
“No es como lo han querido manipular”, dijo la legisladora progubernamental Jenny Martínez en el Congreso, sin dar más detalles sobre los comentarios de los críticos. Declaró que más de 50 países tienen agencias dedicadas a asuntos espaciales. Nicaragua es miembro desde 1994 del Comité de las Naciones Unidas sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos, que supervisa los tratados que rigen el derecho espacial.