Agencias.- Los gazatíes tampoco pudieron dormir esta madrugada por otra intensa ofensiva israelí sobre la Franja, que extendió el pánico y la destrucción en el bloqueado y superpoblado enclave, con casi 40 mil personas desplazadas en una semana de enfrentamientos, lo que aboca a Gaza a otro desastre humanitario.
Los intensos bombardeos por tierra y aire de los últimos días, con la madrugada más letal este domingo, cuando murieron 42 civiles, han destruido viviendas, rascacielos, carreteras e infraestructura de agua, alcantarillado, electricidad y comunicaciones telefónicas, lo que no hace más que empeorar la grave situación humanitaria del enclave palestino.
Sobre el alto coste de vidas civiles de la letal ofensiva de ayer, el Ejército israelí aclaró hoy que “las instalaciones de los túneles militares subterráneos (que estaban atacando) colapsaron, lo que provocó el derrumbe de los cimientos de las casas civiles y víctimas no deseadas”.
Además, acusó a “Hamás de colocar intencionalmente infraestructura militar debajo de las casas de civiles” y aseguró que aborta ataques si cree que pueden dañar a población civil.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pidió acceso urgente a la Franja ya que la gravedad de los daños afecta a infraestructuras civiles; mientras el alcalde de la ciudad de Gaza, Yahya al Sarray, dijo en un comunicado que los israelíes atacaron deliberadamente las carreteras para cortar los vínculos entre diferentes áreas y lo describió como “un castigo colectivo de los residentes”.
Hospitales colapsados
Las ambulancias enfrentaron dificultades para desplazarse y socorrer a los heridos y los hospitales están operando en estado de emergencia, en medio de una severa escasez de capacidades de un débil sistema sanitario por el estricto bloqueo que Israel impone por tierra, mar y aire desde hace quince años en el enclave.
En la ciudad occidental de Gaza, el Hospital de Shifa, el más grande de la Franja, las ambulancias y automóviles privados que transportan a heridos son constantes. Marwan Abu Saada, director del hospital de cirugía de Shifa, explicó que el complejo recibe a más del 50 por ciento de las víctimas de las ofensivas militares, y que de ellas el 25 por ciento de los casos son niños, algunos de los cuáles han sufrido amputaciones debido a la gravedad de sus lesiones.
«La gran mayoría de los heridos en los ataque israelíes sufren graves complicaciones por las explosiones provocadas por la metralla de los misiles”, detalló a Efe y añadió que las lesiones causan sangrado severo y laceración de tejidos, lo que requiere complejas intervenciones quirúrgicas».
La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en Gaza cifró en más de 38 mil a los palestinos desplazados, refugiados en las escuelas de la agencia tanto por la evacuación de sus hogares por como por el temor a los ataques aéreos.
Durante la noche del domingo y la mañana del lunes, decenas de familias del norte de la Franja huyeron por los ataques a la ciudad de Gaza, para refugiarse con sus parientes o en hospitales en esa urbe.
«Anoche los ataques aéreos y terrestres fueron locos y aterradores, simplemente saqué a mi esposa y nuestros cuatro hijos de la casa y comenzamos a correr hasta que llegamos a un lugar seguro. Ahora me quedo en la casa de mi tío en la ciudad de Gaza”, relató Mahmoud al Atar, un padre de 45 años.
Al Atar no sabe cuándo terminará esta escalada bélica que comenzó el lunes pasado y que ha causado “más muertes y más destrucción”, pero considera que “políticamente” lo que ocurrido “es bueno para los palestinos” porque “ha enseñado a Israel una dura lección”.
“Tarde o temprano habrá una tregua que pondrá fin a esta guerra, que Israel es totalmente responsable de librarla contra nosotros. Los israelíes deben entender que Jerusalén es para nosotros una línea roja y estamos listos”, declaró Al Atar.
La actual escalada comenzó tras semanas de protestas en Jerusalén Este ocupado, fuertemente reprimidas y que derivaron en enfrentamientos que llegaron hasta la Explanada de las Mezquitas de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
La tensión estalló el lunes con el lanzamiento de cohetes desde Gaza por parte de las milicias palestinas y la violencia se ha extendido tanto por los territorios palestinos ocupados como por Israel.
Niños muertos en Gaza
“Estamos en constante alerta, nos quedamos en casa y en cada bombardeo que escuchamos, nos sentimos como que llega el momento de la muerte”, expresó a Efe Ahlam Abu Taweela, ama de casa de 43 años y madre de tres niñas y dos niños de la ciudad de Gaza.
El Ministerio de Salud de Gaza informó hoy de que han muerto bajo bombardeos 200 palestinos, incluidos 59 niños y 35 mujeres, mientras que mil 305 están heridos tras una semana de enfrentamientos.
El Ejército israelí asegura tener solo como objetivos infraestructuras y operativos de las milicias y dice haber matado a unos 130 milicianos.
El zumbido de los drones, los ataques aéreos con bombas y el silbido de los cohetes de Hamás y la Yihad Islámica son sonidos constantes que se escuchan 24 horas al día.
Solo están abriendo panaderías y farmacias”, dijo Ahmad, un niño de 13 años con un paquete de pan en las manos en el barrio de Remal, donde murieron 42 civiles en la madrugada del domingo.
“Hoy ya no tengo miedo, porque los niños y niñas que murieron no son mejores que yo”, declaró.