Agencias.- El gremio del cine está de luto, pues Richard Donner, considerado por algunos cinéfilos como el ‘padre’ de las películas de superhéroes por la realización de la cinta Superman (1978), falleció este lunes a los 91 años, informaron sus allegados. Lauren Schuler Donner, viuda del creativo detrás de filmes como Los Goonies (1985) o Arma Letal (1987), avisó de la muerte a la publicación especializada Deadline, y la compañía productora del cineasta confirmó la noticia a la revista Variety, sin que se revelara la causa ni el lugar de su muerte.
Donner dirigió algunas de las películas más icónicas de la década de 1970 y 1980, empezando por la cinta de terror The Omen (1976), en la que aplicó parte de lo que había aprendido trabajando en la famosa serie televisiva de misterio The Twilight Zone.
De Superman a Los Goonies
El mayor éxito le llegó, dos años más tarde, con Superman, protagonizada por Christopher Reeve y que recaudó más de 300 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo, más del quíntuple de su presupuesto de 55 millones.
«Su Superman es el arquetipo de las películas actuales de superhéroes. Seguiremos tratando de alcanzar el listón que dejó entonces», indicó el presidente de Marvel, Richard Feige, durante un homenaje a Donner organizado en 2017 por la Academia de Cine.
También el entonces presidente de DC Entertainment, Geoff Johns, definió en esa gala a Superman como «la mejor película de superhéroes de la historia», y alabó a Donner por hacer creer al público «que un hombre podía volar».
Otra de sus cintas de culto es Los Goonies, una comedia en la que un grupo de niños buscaba un tesoro escondido y que marcó la infancia de millones de personas en todo el mundo, y también dejó huella con Ladyhawke (1985), una cinta romántica protagonizada por Michelle Pfeiffer. Pero fue la saga de Arma Letal la que le elevó a la meca de directores que han generado más de mil millones de dólares en taquilla, con cuatro exitosas entregas protagonizadas por Danny Glover y Mel Gibson.
En las décadas de 1980 y 1990 siguió dirigiendo blockbusters: volvió a contar con Gibson para Maverick (1994) y Conspiracy Theory (1997), después de trabajar con Bill Murray en la comedia navideña Scrooged (1988) y con Antonio Banderas y Sylvester Stallone en Assasins (1995). «Ser director fue el mejor regalo del mundo. No fue trabajo. Fue un placer», aseguró Donner durante la gala en su honor organizada en 2017 por la Academia.