Agencias.- Aunque el cien por ciento de las plantas distribuidoras de gas licuado de petróleo en el Valle de México ya se reabrieron en su totalidad, el suministro del combustible en cuatro estados afectados por los paros realizados por los comisionistas no se ha restablecido, dijo la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas (Amexgas).
En videoconferencia, Carlos Serrano Farrera, presidente ejecutivo del organismo que agrupa a más de 130 firmas, indicó que el diálogo es “continuo, respetuoso y abierto” con el gobierno federal y acordaron atender cada uno de los problemas para la industria.
Comentó que el primero fue garantizar el abasto, tarea que están llevando a cabo en estos momentos en la capital del país, los municipios mexiquenses, Puebla e Hidalgo.
Señaló que tras los paros relacionados con comisionistas —los encargados de suministrar el combustible a los hogares en la última milla— no fueron a nivel nacional, pero desde la tarde del miércoles se lograron reabrir en su totalidad las 104 plantas de distribución ubicadas en el estado de México y las 9 de la Ciudad de México.
“Todavía no terminamos, estamos dedicados desde lunes pasado, hasta cuando terminemos que puede ser mañana o pasado mañana a que el abasto en cada uno de estos cuatro estados esté al 100 por ciento restablecido. Que vamos muy avanzados, pero no hemos terminado, se tiene que afianzar esas actividades y no regresar a que se restablezcan los paros”, destacó.
Aunque no se tiene cuantificada la pérdida económica, estimó que se dejaron de vender alrededor de 20 mil toneladas de gas LP.
Apuntó que ese no es el único factor que ha provocado el encarecimiento del energético que es utilizado en el 79 por ciento de los hogares del país, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Señaló que México es un país extenso geográficamente, lo que hace que el transporte combustible se eleve, pues se producen en el sureste del territorio nacional, que se suman a otros como la demanda, el potencial económico. “Hasta antes de la definición de los precios máximos, existían alrededor de 400 mil precios distintos que todos los competidores del país reportan a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y eso implicaba una competencia en precio”, dijo.
Resaltó que mientras en algunas regiones la CRE redujo un peso en el costo, en otras como en la Ciudad de México y el Estado de México fue de casi 6 pesos, lo cual generó una distorsión que fue motivo por el cual los comisionistas expresaron su inconformidad el martes y miércoles de esta semana, pues el margen de ganancia se redujo tanto para ellos, como para las empresas, lo cual genera una pérdida acumulada diaria.
Señaló que en el sector hay identificados por las empresas al menos 20 grupos de choque para quedarse con zonas de venta o cobran piso a las empresas para poder vender.
Indicó que las agrupaciones de comisionistas que surgieron en estos días no son un sindicato como tal, pero reconoció que falta regulación en esa figura de la cadena, pues de 4 mil comisionistas que se estima hay en la capital mexicana, la CRE solo tiene registro de 40 permisos relacionados a esa actividad.
Agregó que una de las consecuencias del tope de precios es el riesgo de desinversión de las empresas, que se traduce en la reducción del personal, la disminución de la cobertura, el poco mantenimiento a los cilindros, así como mayor terreno para el mercado negro.