Agencias.- A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reiterado en diversas ocasiones que «por el bien de todos, primero los pobres», los programas de su gobierno han beneficiado a los hogares con mayores ingresos y no a los más necesitados, opinaron analistas de CitiBanamex.
Luego de que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer este jueves que la población en situación de pobreza pasó de 51.9 millones de personas en 2018, a 55.7 millones en 2020, la filial de Citigroup destacó que los ingresos per cápita observaron un deterioro de 6.9% en el periodo señalado, derivando en un incremento de la población por debajo de la línea de pobreza por ingresos, al pasar de 61.8 a 66.9 millones de mexicanos.
En un reporte titulado «Crece la pobreza multidimensional, mayor deterioro del ingreso», las analistas de CitiBanamex, Myriam Rubalcava y Guillermina Rodríguez, destacaron que casi todas las fuentes de ingreso registraron caídas, con excepción de las transferencias monetarias.
«Particularmente, los programas gubernamentales aumentaron 55% en términos reales (descontando la inflación). No obstante, los mayores incrementos de estos recursos se localizaron en los hogares de ingresos más altos, al tiempo que hacía la población más pobre hubo disminución, evidenciando que la universalización no ha privilegiado necesariamente a los más necesitados», señalan las especialistas tras conocer los resultados del Coneval.
El consejo que encabeza José Nabor Cruz dio a conocer la mañana de este jueves que Quintana Roo y Baja California Sur fueron los dos estados donde más creció la pobreza el año pasado, cuando se declaró la pandemia de COVID-19.
Reconocida por ser la joya del turismo mexicano, Quintana Roo reportó un incremento de 346 mil 500 personas en situación de pobreza, esto es, 63.9% más que en 2018.
Considerado el segundo estado que más depende del turismo, Baja California Sur registró 82 mil 100 personas adicionales en pobreza, es decir, 58.1% más que en el último año de la administración de Enrique Peña Nieto.
