Dr. Jorge A. Lera Mejía
Desde el Gobierno de Donald Trump, el gobierno mexicano de la 4T y nuestro país, se han convertido en la sala de espera para los solicitantes de asilo en Estados Unidos. Primero amenazado en abril del 2019 por intentos de imposición de aranceles de nuestras mercancías de exportación.
Ahora, con la administración del demócrata Joe Biden, bajo el ofrecimiento de donaciones de vacunas anti Covid-19, primero de las dosis Aztra Zeneca, después de las patentes Johnson & Johnson, recientemente con la dosis Moderna. Una especie de intercambio de migrantes retenidos por donación de vacunas.
Las oleadas de migrantes retenidos en las fronteras mexicanas durante los dos años pasados de Trump, bajo el programa MPP ‘Quédate en México’, sumó más de 200 mil personas de las que se registraron bajo solicitud de asilo cerca de 70 mil hasta diciembre del 2020.
Ahora, en los primeros ocho meses de la administración de Joe Biden, ya van miles de ciudadanos centroamericanos y de otras nacionalidades registradas en nuestras fronteras norte que deben esperar en territorio mexicano, una respuesta incierta de los tribunales estadounidenses.
La esperanza en busca de una vida mejor para ellos y sus familias choca con la estrategia burocrática Remain in Mexico ‘MPP’ (Quédate en México) que ha provocado un cuello de botella en dichas solicitudes.
Para mitigar la presión reciente en la frontera norte, desde fines de agosto el gobierno mexicano por conducto de los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) junto la Guardia Nacional, están reteniendo las amenazantes caravanas de transmigrantes que levantaron éxodos masivos nuevamente.
Por lo anterior, las detenciones de los migrantes han sido uno de los temas en la mesa de negociaciones entre México y la Casa Blanca.
Solo hasta julio del 2021, 117 mil 052 migrantes han sido detenidos en territorio mexicano y hasta junio, la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) ha recibido más de 51 mil 654 peticiones de asilo, de las cuales 35 mil 669 se tramitaron en Tapachula, la ciudad más próxima a la frontera con Guatemala.
En los últimos días, esos miles de migrantes, sobre todo haitianos, han tratado de salir de Chiapas, buscando el camino al norte, bajo el argumento de ser expulsados por crisis políticas, amenazas violentas o emergencias climáticas, sin embargo, en Chiapas se han topado con un auténtico «Ejército de contención».
Cerca de 10 mil agentes del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional han dispuesto un muro humano virtual, frente a los grupos de migrantes, que han tratado de avanzar por carreteras y campos del Estado de Chiapas.
Este jueves 9 de septiembre, representantes de ambos países se reunieron en Washington para abordar la crisis migratoria que se respira en México. Estuvieron presentes el secretario de Relaciones Exteriores, la Secretaria de Economía, el Embajador de México en Estados Unidos, el subsecretario de Hacienda en el llamado «Diálogo Económico de Alto Nivel México-EEUU».
Lo anterior se torna urgente ante esta migración desbocada y descontrolada, a esto la opinión gubernamentales que estas caravanas son una olla de presión por la desesperación y larga burocracia que han reventado los nuevos éxodos, «Tenemos que cuidar a los migrantes» afirma sospechosamente el presidente López Obrador, incluso se defiende argumentando que no actúa bajo consignas del gobierno norteamericano, yo pienso todo lo contrario…
