Agencias.- Debido a la crisis de la pandemia de COVID-19, muchos países industrializados tuvieron que lanzar agresivos estímulos para frenar el deterioro de sus sectores productivos y financieros.
Así, que tuvieron que recurrir al endeudamiento, lo que provocó un desbalance en sus finanzas públicas que los está obligando a implementar medidas para pagar lo prestado.
De acuerdo con cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI), Japón es el país más endeudado del mundo con una reprrsentavidad de casi 257% de su Producto Interno Bruto (PIB) cerrando el 2021, seguido por Italia con el 154% y Estados Unidos con el 133%.
Por lo que el FMI, pide a los países que se atienda este problema a través de planes fiscales, los cuales deben considerar la etapa de la pandemia de coronavirus.
Las vulnerabilidades fiscales existentes, el riesgo de cicatrices económicas, las presiones del envejecimiento de la población, las necesidades de desarrollo y las dificultades históricas para recaudar ingresos.
El informe dijo que la investigación del FMI mostró que los países con planes de marco fiscal creíbles tenían costos de endeudamiento más bajos y podrían revertir más rápidamente los grandes saltos en la deuda, con la posibilidad de remover un aumento del 15% en una década, sin trastornos adicionales.
La deuda pública de México mostrará un leve descenso a cierre de este año y se espera que represente 59.8% del PIB, un nivel menor a 61% reportado al cierre de 2020, y al esperado para el cierre de 2022: 60.1%.
De acuerdo a las estimaciones, la deuda como porcentaje del PIB se mantendrá por arriba de 60% hasta 2026.
