Agencias.- Una jueza de Florida exculpó a cuatro afroestadounidenses acusados de secuestrar y violar a una adolescente blanca en 1949 cuando volvía con su esposo de una fiesta. Durante 60 años, las familias de los implicados intentaron demostrar su inocencia. Todos murieron antes de que pudieran ser exonerados.
El lunes, 72 años después, la magistrada Heidi Davis los exculpó tras la petición del fiscal de Florida, Bill Gladson. “Incluso una revisión casual del expediente revela que estos cuatro hombres fueron privados del derecho fundamental a un debido proceso garantizado a todos los estadounidenses”, escribió Gladson en un documento que envió a la jueza.
Según él, al considerar la falta de pruebas “ningún fiscal imparcial consideraría siquiera presentar estos cargos, y ningún jurado razonable condenaría a alguien” hoy en día.
En julio de 1949, Norma Padgett señaló a los cuatro hombres de golpear a su esposo —con quien volvía a casa después de un baile—, secuestrarla y violarla a punta de pistola después de que el auto quedó varado en un camino del condado de Groveland, en el centro de Florida.
Charles Greenlee, Samuel Shepherd, Ernest Thomas y Walter Irvin fueron acusados por Padgett como sus agresores. El caso encendió en ese momento la mecha de violencia racial en contra de los residentes negros de Groveland.
Una turba liderada por el entonces alguacil blanco del condado de Lake, Willis McCall, mató a Ernest Thomas; mientras que Greenlee, Irvin y Shepherd fueron arrestados unos días después.
Las agresiones en el lugar llegaron a tal punto que movilizaron a la Guardia Nacional e hicieron que Thurgood Marshall, el reconocido abogado de la Asociación Nacional de los Derechos de las Personas de Color (NAACP en inglés) y quien se convertiría en el primer juez negro de la Corte Suprema, tomara el caso de los cuatro hombres que llegarían a ser conocidos como ‘los Cuatro de Groveland’.
En 1951, mientras Irvin y Shepherd eran transportados de un centro de detención a otro, el mismo alguacil McCall disparó a los hombres alegando que intentaron escapar. Shepherd, quien era veterano de la Segunda Guerra Mundial, murió en los hechos, pero Irvin sobrevivió y fue condenado, a pesar de que un agente del FBI testificó que los fiscales habían fabricado pruebas contra los hombres.
Irvin, también veterano de la Segunda Guerra Mundial, recibió la pena de muerte. Más tarde, su sentencia fue conmutada por cadena perpetua y, finalmente, fue puesto en libertad condicional en 1968. Un año después, murió.
Tuvieron que pasar siete décadas para que, primero, el estado de Florida reconociera formalmente que el sistema de justicia penal les falló a los acusados en 2017. En 2019, el gobernador Ron DeSantis emitió un indulto póstumo.
El pasado mes de octubre, una medida extraordinaria se puso en marcha, cuando el fiscal local Bill Gladson presentó documentos para desechar las acusaciones hechas a Thomas y Shepherd y anular las sentencias impuestas a Greenlee e Irvin.
Gilbert King autor de ‘Devil in the Grove’, un libro con el que investigó el caso de ‘los Cuatro de Groveland’ y ganó el premio Pulitzer de no ficción en 2013, aseguró a la cadena NBC que la decisión del fiscal Gladson de pedirle a un juez que desestimara los cargos contra los cuatro acusados “no se basa en si Padgett pudiera estar mintiendo o no, sino más bien en la mala conducta del fiscal y la fabricación de pruebas en ese momento”.
El fiscal Gladson habló, como parte de su investigación, con un nieto del fiscal que llevó el caso, ahora fallecido, quien le dijo que su abuelo y un juez creían que no había ocurrido ninguna violación.
También solicitó un análisis a la ropa de Irvin, en particular a sus pantalones en un laboratorio de criminalística. Los resultados no mostraron evidencia de semen a pesar de que a los miembros del jurado se les hizo creer que existía durante el juicio.
“Los funcionarios, disfrazados de guardianes de la paz y ministros de justicia, ignoraron sus juramentos y pusieron en marcha una serie de eventos que destruyeron para siempre a estos hombres, sus familias y una comunidad”, escribió Gladson en su moción.
Víctima pidió que no fueran perdonados
Norma Padgett, quien aún vive y tiene 89 años, rara vez ha hablado públicamente sobre el caso. La última vez que compareció ante la junta estatal de clemencia fue en enero de 2019 para pedir que no perdonaran a los hombres.
“No saben por qué tipo de horror he pasado durante todos estos años”, le dijo a la junta en ese momento. “No quiero que sean perdonados, no, no quiero, y ustedes tampoco”.
Por su parte, Carol Greenlee, la hija de Charles Greenlee, quien era el más joven de los sospechosos, con solo 16 años cuando ocurrieron los hechos, dijo que ella y su familia están “profundamente agradecidos con el fiscal estatal Bill Gladson y su equipo por sus dedicados esfuerzos para revisar el caso y corregir los errores cometidos contra ‘los Cuatro de Groveland’ hace más de siete décadas”.