¡Vaya que la vida te va haciendo reflexivo, te brinda sorpresas, descubrimientos, pero sobre todo satisfacciones!
En los últimos años, poco antes de la pandemia, la amenaza no era virulenta, más bien lo fue psicológica y se derivaba de diversas variantes producto de la repetitiva cantaleta amenazante de que las cosas no iban bien y por ende se ponía en peligro la sustentabilidad de la fuente de trabajo y por consecuencia del empleo mismo.
Enfermedades nerviosas como psoriasis, insomnios con pesadillas, irritabilidades, o desfogues equivocados, fueron el producto de esa guerra imaginaria que más tarde habría de saber que no eran tan peligrosas como pensaba.
La mente no contaba con mis aliados; el pensar positivo, el apoyo de la pareja, de mis hijas, de mi madre que aun vivía, de mis hermanos, de mis verdaderos amigos y con la pizca de Fe divina a la que se recurre cuando somos débiles, frágiles y escépticos.
Cuando se llega al retiro uno se imagina los dibujos de viejos con bastón o sentados en una silla de ruedas o con aparatos de respiración artificial en una cama de hospital y resulta que llegar a esa etapa, coincidente con la llegada del llamado sexto piso, es todo lo contrario; se acabo la psoriasis, el insomnio, los malditos nervios, el comer por ansiedad, el estar triste o desanimado, la holgazanería y la falta de motivaciones.
Si así lo aceptan quienes van un poco atrás de mi edad, les aconsejo humildemente que no desesperen; la mente es tan poderosa que te tumba o te levanta. Nada te hará mas infeliz que vivir deprimido y en cambio ver las cosas con optimismo cambiará el panorama y el destino final.
Llegar a los 60 es la cosa mas maravillosa que me ha tocado vivir y, aun con la tristeza de la partida de mi madre, la lejanía física con mis hermanos queridos, con el encierro que la pandemia obliga, la separación física que la naturaleza lleva a los hijos, la vida continua y lo hace con el toque divino de ver nuevos horizontes.
Hoy con mi pareja de vida a mi lado, con mis tres hijas graduadas y ejerciendo lo que su vocación les marcó y con la llegada de mi nieto todo nubarrón quedó disipado, la vida a los 60 apenas empieza y la recibo con gusto y gratitud.
Feliz 2022
vientosdelsur@yahoo.com
