Jorge A. Lera Mejía
Durante el primer bimestre de este año, junto el último bimestre del 2021, los precios de los productos de la canasta básica aumentaron más del 22% del incremento a los mínimos del 1 de enero del 2022… 22%.
Todos los productos presentan un aumento que van desde un 20 hasta un 60 por ciento, ejemplo de ello el huevo, frijol, cárnicos y tortilla, que son indispensables en la canasta básica.
Esto todos los mexicanos, principalmente los integrantes de los últimos tres deciles mas pobres, lo constatan diariamente al ir de compras a adquirir lo más elemental de los 30 productos básicos. Se observa que los alimentos de la canasta básica de los mexicanos han subido drásticamente, presionados principalmente por el propio gobierno federal, que no atina a controlar los aumentos desproporcionados del precio del Gas LP, Gasolinas y Diésel, así como la Energía Eléctrica.
Incluso, en las principales tiendas de autoservicios, asociadas a la ANTAD, se han registrado los mayores incrementos de insumos como son los limones, tomates, manzanas, aguacate, tomate, entre otros.
La inflación general anual representada por el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 7.13% en la primera quincena del 2022, hilando 21 quincenas fuera del objetivo del Banco de México (3% +/- 1 pp). Lo más grave, es al adentrarse al incremento de los 30 productos de la canasta básica, cuyo incremento superó el 22% del aumento del mini salario.
Derivado de la situación descrita, el poder adquisitivo de la mayor parte de la población de clase media hacia abajo es insuficiente, aún con el aumento autorizado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), la inflación del país ya lo superó.
Por más becas y apoyos gubernamentales, junto las remesas que envíen nuestros connacionales, sigue estando en una encrucijada la economía en esta cuesta de enero, que ya se extendió a febrero.
La actual política económica no está generando mayor inversión, más y mejores empresas, y por ende, los empleos requeridos. Tampoco ingresos suficientes y salarios reales decentes y bien remunerados.
Al contrario, el Gobierno de la República sigue siendo subsidiado y asistencialista, lo que provocará que los índices de pobreza vayan en aumento, como ha sucedido en los últimos tres años en el país que de acuerdo al propio CONEVAL, se aumentó la población en pobreza en cerca de 4 millones de personas…
